En la primera audiencia del juicio por la muerte de Mafalda Sanchez, la esposa del único acusado, Guillermo Paez, sostiene su inocencia y afirma que la defensa presentará pruebas a favor.
En la primera audiencia del juicio por el crimen de Mafalda Sánchez, la esposa de Guillermo Páez dijo que “es inocente.
“Fue una audiencia positiva para nosotros porque declararon vecinos de la señora y ninguno lo reconoce a mi marido. No lo reconocen directamente, no lo conocen y no dijeron tampoco que estuvo en el barrio, en la casa de la mujer”, fue lo primero que manifestó Pamela Rivarola.
Aseguró que la familia esperaba que llegara este debate oral: “Mis abogados en su momento no pudieron presentar las pruebas a favor de Guillermo. Nunca las pudieron presentar. Nunca era el día, ni el momento, nunca nada para él, así que está bueno porque van a poder presentar todas las pruebas que hay a su favor, los videos que hay donde muestran que en el horario donde la matan a la mujer, él estuvo en otro lado”.
Dos de los tres testigos que participaron de la primera jornada mencionaron que vieron a personas que presuntamente estaban trabajando en el tablero de electricidad que afecta a los monoblocks del barrio La Rioja, donde vivía la víctima, pero no aseguraron que se tratara de Páez.
La teoría que formularon Silvana Zunini y Adolfo Cafiero sostiene que, en el horario del hecho, el acusado se encontraba trabajando en una obra en construcción ubicada en 1° de Mayo y Amaro Galán, ubicada a casi cinco kilómetros del lugar donde ocurrió el homicidio.
Además, Rivarola mencionó que los informes de ADN arrojaron que es negativa la presencia de material genético de su esposo en el cuerpo de la víctima.
“Los vecinos de la señora Mafalda, en algunas declaraciones dicen que las dos personas, los dos individuos estuvieron adentro. O sea, que si fuera Guillermo también tendría que haber estado adentro”, dijo.
Durante el aporte de los testimonios, a pedido de los testigos, el Ministerio Público Fiscal solicitó la ausencia física del acusado en la sala. El Tribunal aprobó la medida y Páez escuchó las declaraciones detrás de una puerta.
“Lo vuelvo a repetir después de once meses: mi marido es inocente, entonces no tenemos por qué amenazar a nadie”, ratificó.
En los alegatos la defensa pidió la sentencia absolutoria de Páez.
Rivarola dejó en claro su principal pedido: “Que se haga justicia, que mi marido quede libre porque es inocente, es lo único que pido”.
“Incluso a los medios, siempre estoy yo llamándolos. Si mi marido fuera culpable, yo no los llamaría ¿Para qué? ¿Para que vean que es culpable? Por eso, porque quiero que salga todo a la luz y que se vea que él es inocente”, concluyó.