Expertos del INTA y la UNSL advierten sobre el ascenso freático y los crecientes en una región clave para la producción y la conectividad en el centro del país.
La Cuenca del Morro , con más de 260.000 hectáreas al noreste de Villa Mercedes , enfrenta un deterioro significativo debido al ascenso del nivel freático , la formación de nuevos cauces y el impacto del cambio climático, según un estudio realizado por investigadores del INTA y la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) .
Los expertos Claudio Saenz , Juan Cruz Colazo y Esteban Jobbagy identifican varios puntos críticos, destacando que la napa freática aumenta a un ritmo de 0,15 metros por año , lo que ha provocado crecimientos más intensos y el desarrollo de cauces permanentes como el río Nuevo. y el Quebrachal . Estas dinámicas han reducido el tiempo de concentración del agua, generando picos de crecimiento con erosión severa y arrastre de sedimentos.
Infraestructura vulnerable
La cuenca baja, que incluye áreas urbanas e infraestructura clave como la V Brigada Aérea , las rutas nacionales N° 7 y 8 , poliductos, un gasoducto y vías férreas, está en riesgo ante eventos de lluvias extremas. Las alteraciones en el escurrimiento superficial y subterráneo, junto con el uso intensivo del suelo para cultivos, agravan la situación.
Propuestas de mitigación
Los investigadores sugieren:
- Monitoreo y alerta temprana para prever crecientes.
- Reforestación y manejo de suelos para reducir la erosión.
- Fortalecer la infraestructura existente para resistir fenómenos extremos.
- Capacitación de las comunidades locales en prácticas sostenibles y preparación ante desastres naturales.
Enfatizaron también la necesidad de mantener redes de información, como el Observatorio Nacional de Desertificación , para contar con indicadores precisos que orienten la toma de decisiones.
Un problema histórico
El deterioro de la cuenca no es reciente. Desde los años 80 , lluvias extremas han provocado anegamientos, salinización de suelos y erosión, afectando rutas y áreas productivas. En 2008, el desborde del río Nuevo anegó la Ruta Nacional N° 8 , lo que derivó en un plan de emergencia de Vialidad Nacional con una inversión de 15 millones de dólares .
Los especialistas advierten que los cambios en el uso del suelo, como la sustitución de bosques nativos por cultivos, han modificado el equilibrio hídrico, exacerbando los problemas en la cuenca. La situación requiere medidas urgentes para evitar mayores impactos en la producción y la infraestructura estratégica del país.