El Vaticano confirmó que el cónclave para designar al nuevo líder de la Iglesia católica comenzará el miércoles 7 de mayo; la Capilla Sixtina permanecerá cerrada desde el 28 de abril para acondicionarse a la sesión secreta.

La Iglesia católica se prepara para un hito histórico: el miércoles 7 de mayo de 2025 arrancará el cónclave destinado a elegir al sucesor del Papa Francisco. La decisión se tomó esta semana en una reunión a puertas cerradas del Colegio Cardenalicio, primera convocatoria de este cuerpo tras las ceremonias fúnebres.

Un total de 135 cardenales —todos menores de 80 años y procedentes de diversas diócesis del mundo— ingresarán a la Capilla Sixtina para deliberar bajo estricta confidencialidad. El reglamento vaticano prevé que dos días de votación suelen ser suficientes; en 2005 y 2013, los procesos concluyeron en apenas dos jornadas.

Para garantizar la privacidad y solemnidad del evento, el Museo Vaticano cerró la Capilla Sixtina al público desde el lunes 28 de abril. Este icónico espacio, que normalmente recibe a millones de turistas anuales, se transformará en el epicentro de la elección papal.

Tras la fumata blanca o negra, el humo que emerja del sistema de extracción instalado en el techo de la Capilla marcará el resultado: blanco para anunciar al nuevo Pontífice, negro para comunicar que la elección continúa. Con más de 1.400 millones de fieles en todo el mundo, la próxima semana sella el futuro de la Iglesia en un proceso que, pese a su aura de misterio, se rige desde 1996 por normas claras y probadas.