Todos los martes y jueves, entre las 11:00 y las 12:00, quienes aguardan su consulta pueden participar —sin riesgo de perder su turno— en rutinas guiadas por un profesor de Educación Física. La propuesta busca reducir el sedentarismo y promover hábitos saludables.
El Hospital Central “Dr. Ramón Carrillo” instaló una dinámica insólita para la red pública de salud: mientras el paciente espera a que lo llamen, puede hacer ejercicio supervisado. Se trata del programa “Espera Activa”, que se desarrolla cada martes y jueves, de 11:00 a 12:00, en el hall principal del centro médico.
La mecánica es simple. El personal de admisión controla el orden de los turnos; quienes deseen sumarse reciben una breve autorización, participan de una rutina de movimiento y regresan a sus asientos con tiempo suficiente para ingresar a la consulta. No hay riesgos de perder la cita ni de lesionarse: los ejercicios son de baja intensidad, pensados para todas las edades y condiciones físicas.
El circuito —estiramientos suaves, movilidad articular, pasos coordinados y ejercicios posturales— está diseñado y dirigido por el profesor de Educación Física Octavio Maggi. La directora general de Servicios Generales, Claudina Encabo, coordina la agenda para evitar superposiciones y garantizar que el hall siga siendo un espacio ágil y ordenado.
“Es una manera fantástica de aprovechar el tiempo y cuidar nuestra salud”, resumió Norma, de 62 años, tras completar su primera sesión antes de un control cardiológico.
La iniciativa nació en plena pospandemia, cuando las estadísticas internas mostraron un aumento del sedentarismo entre los pacientes crónicos. A dos meses de rodar, el hospital ya contabiliza más de 400 participantes y planea incorporar módulos temáticos (respiración, columna sana, circuito para embarazadas) según la demanda.
“El objetivo es muy claro —explicó Encabo—: convertir cada espera en una oportunidad de prevención primaria. Si logramos que el paciente incorpore una pausa activa dos veces por semana, estamos dando un pequeño gran paso contra las enfermedades no transmisibles”.
Con “Espera Activa”, el Ramón Carrillo refuerza su estrategia de salud integral: no sólo diagnosticar y tratar, sino también educar y motivar a mantener actividad física regular. La experiencia demuestra que la prevención puede empezar en cualquier sitio… incluso en la fila del consultorio.