La Procuración Penitenciaria argentina interviene en un caso donde la separación de una madre y su bebé despierta preocupación por los derechos humanos.

La Procuración Penitenciaria de la Argentina ha solicitado, en calidad de “amicus curiae”, la prisión domiciliaria para una joven madre detenida acusada de robo. La petición se basa en el argumento de que la mujer actualmente amamanta a su bebé, quien es llevado a la cárcel por su abuela tres veces al día. La situación, detectada durante una inspección de rutina, ha desatado un debate sobre los derechos humanos y la adecuación de los espacios carcelarios para ciertos grupos específicos, como las mujeres lactantes.

La detenida, alojada en el Centro de Contraventores de la Capital Federal, tiene una hija de 23 meses de edad. La menor sufre las consecuencias emocionales de la separación abrupta de su madre, quien estaba a cargo de su cuidado emocional y económico. La situación ha llevado a un evidente impacto en el estado emocional de la niña, que se muestra triste y afectada por la ausencia de su madre.

El documento presentado resalta el esfuerzo de la detenida por mantener la lactancia materna, con la abuela asistiendo tres veces al día al establecimiento policial para garantizar este encuentro. Sin embargo, la situación ha tenido un efecto negativo en la salud de la niña, quien ha perdido peso notablemente y muestra signos de angustia cada vez que se despide de su madre.