Una familia aparentemente feliz ocultaba un macabro secreto que estremeció a España.
En el corazón de una historia que parecía sacada de un cuento de adopción feliz, se ocultaba un oscuro pacto que culminó en tragedia. El caso de Asunta Yong-Fang, una niña adoptada de China, conmovió a España y reveló un giro inesperado en la vida de una familia en apariencia ejemplar.
En el año 2001, Rosario Porto y Alfonso Basterra, un matrimonio español, viajaron a China para adoptar a una niña de nueve meses a la que llamaron Asunta. La noticia de esta singular adopción resonó en los medios, marcando el inicio de una aparente felicidad que pronto se desmoronaría.
A medida que Asunta crecía, su vida se teñía de sucesos extraños y ominosos. Desde la administración de un polvo blanco que la mantenía dormida por días hasta un intento de estrangulamiento por parte de un enmascarado, la niña parecía estar rodeada de peligro sin comprender por qué.
El trágico desenlace ocurrió el 21 de septiembre de 2013, cuando Rosario y Alfonso suministraron a Asunta una dosis letal de medicamento y luego la asfixiaron. El cuerpo de la niña fue encontrado horas después en un terraplén, desencadenando una investigación que revelaría la verdad tras la fachada de una familia aparentemente feliz.
El juicio arrojó luz sobre un panorama sombrío: una madre que había sido infiel, un padre que compraba sedantes en exceso y una hija que, al final, se convertiría en la víctima de un oscuro pacto entre sus propios padres adoptivos. A pesar de sus declaraciones de inocencia, ambos fueron condenados por el homicidio de Asunta, con Rosario como autora material y Alfonso como cómplice.
El destino de los culpables tomó caminos divergentes. Mientras Alfonso mantiene su afirmación de inocencia en prisión, con la esperanza de salir en libertad en 2031, Rosario sucumbió a la depresión y se quitó la vida en 2020. Su declaración de inocencia, expresada en cada aniversario de la muerte de Asunta, dejó una sombra sobre el espantoso crimen que acabó con la vida de una niña inocente.