Las medicinas prepagas se preparan para incrementos de hasta un 19% debido a la nueva carga tributaria impuesta por el Gobierno.
Las medicinas prepagas se enfrentan a un nuevo desafío financiero con la implementación de un impuesto del 20% establecido por el Gobierno de Javier Milei. Este impuesto, creado a través del decreto de necesidad y urgencia 70/2023, generará aumentos significativos en los planes de salud a partir de abril. A pesar de las cautelares vigentes contra el DNU, las empresas del sector ya se preparan para autorizar el incremento, que se estima rondará entre un 16% y un 19%.
El decreto presidencial habilitó la desregulación y la creación de este nuevo impuesto, que gravará con un 20% los adicionales que los trabajadores pagan por planes superadores de su obra social. Este impuesto, retroactivo a diciembre, contribuirá al Fondo Solidario de Redistribución (FSR), destinado a garantizar la cobertura del Plan Médico Obligatorio (PMO) y cubrir gastos extraordinarios para todos los afiliados del sistema.
Aunque las obras sociales sindicales ya aportan un 15% al FSR, las empresas de medicina prepagas se sumarán con una contribución adicional del 20%. Sin embargo, este nuevo tributo ha generado críticas desde el sector privado de la salud, argumentando que su establecimiento por decreto y no a través del Congreso viola los procedimientos establecidos por la ley.