La cuenta regresiva comenzó: el soporte concluye el 14 de octubre de 2025 y millones de equipos quedarán expuestos.
Microsoft confirmó que Windows 10 dejará de recibir actualizaciones y asistencia técnica dentro de 18 meses. El anuncio impacta a casi mil millones de usuarios y obliga a tomar decisiones inmediatas: migrar a Windows 11, contratar soporte extendido o asumir los riesgos de seguridad.
¿Por qué importa?
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Popularidad récord. Windows 10 domina el 69 % del mercado de PC, según StatCounter.
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Amenaza latente. Sin parches, los equipos serán blanco fácil de ransomware y exploits de día cero, advierten firmas como Kaspersky y ESET.
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Costo inesperado. El plan ESU (Extended Security Updates) costará US$30 anuales por dispositivo para particulares y US$61 para empresas, duplicándose cada año.
El dilema del hardware
Windows 11 exige TPM 2.0 y procesadores recientes: solo 4 de cada 10 PC actuales cumplen. Si el dispositivo no califica:
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Actualizar equipos: implica gasto de capital y más desechos electrónicos.
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Cambiar de sistema operativo: distribuciones Linux (Ubuntu, Mint o SteamOS) prolongan la vida útil sin licencias adicionales.
La ONG Basel Action Network estima que la migración forzada podría generar hasta 480 millones de kilos de e-waste, contraviniendo los objetivos de sostenibilidad de la propia Microsoft.
Impacto empresarial
Sectores críticos —banca, salud y gobiernos— suelen operar software heredado. Gartner alerta que el costo de parálisis operativa excede con creces la inversión en migración. El 52 % de las compañías consultadas aún no definió un plan.
¿Qué opciones hay?
Alternativa | Ventajas | Desventajas |
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Migrar a Windows 11 | Soporte a largo plazo, nuevas funciones | Hardware nuevo, curva de aprendizaje |
Pagar ESU | Sin cambios de plataforma | Costo creciente, solo parches críticos |
Adoptar Linux | Gratuito, menos e-waste | Compatibilidad limitada con apps corporativas |
Virtualización/VDI | Centraliza seguridad | Requiere infraestructura y ancho de banda |
Próximos pasos sugeridos
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Auditoría de inventario: identificar equipos incompatibles.
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Pruebas piloto: evaluar Windows 11 o Linux en áreas no críticas.
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Presupuesto de TI 2025: incluir hardware, licencias o ESU.
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Capacitación: reducir la fricción de los usuarios finales.
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Plan de contingencia: respaldo y protección ante ciberataques.