Ángel Vicente Choque, un albañil argentino, enfrenta una batalla por recibir atención médica tras ser atropellado en Bolivia y enfrentar un costoso tratamiento.
En Bolivia, la tragedia se abatió sobre Ángel Vicente Choque, un albañil argentino de 30 años que se encontraba en el país por motivos laborales. El fatídico incidente ocurrió el pasado abril en la ciudad de Cobija, cuando Choque fue atropellado por un motociclista, sufriendo graves fracturas en tibia y peroné. Desde entonces, la lucha por su atención médica se ha convertido en una carrera contrarreloj, marcada por la desesperación y la impotencia de su familia.
Según relatos de testigos presenciales, el responsable del accidente, Víctor Quispe Herrera, embistió a Choque desde atrás, intentando después darse a la fuga, lo cual fue impedido por los propios vecinos del lugar. A pesar de la intervención policial, el motociclista se negó a someterse al test de alcoholemia, agregando más incertidumbre a la situación.
El Hospital Roberto Galindo Terán se convirtió en el epicentro de la angustia familiar, donde Choque recibió los primeros auxilios, gracias a una suma aportada por la familia, que ascendió a 400 mil pesos argentinos. Sin embargo, la cifra total para la cirugía asciende a 1,5 millones de pesos, una cantidad fuera del alcance económico del paciente y su familia.
La espera se convierte en una tortura, con cada día que pasa incrementando los costos y la incertidumbre sobre el estado de salud de Choque. Su hermana, Dora, expresa la situación con palabras cargadas de preocupación y desesperación, apelando a la solidaridad y la comprensión de quienes puedan ayudar.
La situación se complica aún más con la imposibilidad de ser trasladado a Argentina debido a la falta de disponibilidad de un avión sanitario en la provincia norteña de Jujuy, que se encuentra en reparaciones en Estados Unidos. Este obstáculo agrega un nuevo nivel de urgencia y complejidad a la ya desgarradora situación que enfrenta Choque y su familia.