Elián Valenzuela anunció que suspenderá todas sus presentaciones para centrarse en su salud, tras ser diagnosticado con insuficiencia cardíaca y renal. La empresaria Wanda Nara lo respaldó desde la platea durante el recital de despedida en Niceto Club.
Buenos Aires.–– Ni hits ni escándalos mediáticos: la noche del martes en Niceto Club tuvo sabor a despedida. Elián “L-Gante” Valenzuela, referente del RKT, subió al escenario por última vez antes de iniciar un paréntesis obligado en su carrera. El motivo no es artístico sino médico: hace dos semanas los cardiólogos le detectaron insuficiencia cardíaca y renal, un combo que lo obliga a bajar el ritmo y encarar un tratamiento integral.
Con el local agotado y una banda ajustadísima, L-Gante recorrió su corto pero intenso repertorio —“Perrito Malvado”, “Bar”, “Tinty Nasty”— mientras el público coreaba cada estrofa. A un costado de la pista, Wanda Nara siguió cada tema acompañada por parte del entorno del cantante. La empresaria –que venía de una seguidilla de idas y vueltas públicas con Valenzuela– originalmente había pactado subir para recrear “Amor Verdadero”, la colaboración que ambos grabaron a mediados de 2023. Sin embargo, la participación quedó en suspenso y la mediática nunca pisó el escenario. Desde la producción se limitaron a decir que fue “una decisión de último momento”; no hubo explicaciones formales.
Pasada la una de la madrugada, el show culminó con “Cumbia 420”, un himno para su público. “Es un hasta luego, no un adiós”, lanzó L-Gante antes de abrazar a su hija Jamaica, llevada a camerinos por Tamara Báez, madre de la niña y ex pareja del músico.
A la salida, Wanda abandonó el boliche rodeada de parte del equipo técnico, pero sin el artista a la vista. La última postal de la noche fue L-Gante retirándose por otra puerta, protegido por guardaespaldas y sin dar declaraciones.
En la previa, el cantante había pasado por el programa DDM y le contó a Mariana Fabbiani que su relación con Wanda “está en pausa”, aunque admitió que la conductora “aparece de sorpresa” en su vida: “A veces cae a casa como si nada”. Sobre su salud, se mostró confiado pero realista: “Hay que parar porque el corazón y los riñones no perdonan”.
Por ahora no hay fechas confirmadas para su regreso. El equipo médico evaluará la respuesta al tratamiento durante los próximos seis meses. Mientras tanto, el fenómeno L-Gante entra en modo silencio: sin giras, sin boliches y sin apariciones en televisión. El público —y Wanda, al parecer— quedará a la espera de que el creador de la “Cumbia 420” vuelva a encender los parlantes.