La directora del CeNDIE comentó que para ella y su equipo de trabajo, el tema de la prevención del dengue “hay que hacerla desde diferentes abordajes porque no es solo tirar insecticidas, sino que hay que ver la parte socioambiental y también pensar en los territorios. Además, si uno lee los protocolos, no se recomiendan los insecticidas para prevenir. Porque estos matan al mosquito adulto, pero hay que saber en qué momento hacer la fumigación. Algo que nosotros recomendamos es atacar los estados inmaduros que son las larvas y así evitar los potenciales sitios de cría”.Por eso, Manteca Acosta remarcó que lo más importante es ocuparse de los lugares de cría que es donde los mosquitos ponen los huevos, y que en un casa pueden ser varios: “un potencial lugar de cría es cualquier objeto que acumule agua y eso es lo que hay que evitar. Lo que intentamos siempre pensar en el CeNDIE cada vez que vamos a los municipios es que las personas puedan reconocer cual es el estado inmaduro del mosquito y después buscar con ellas y ellos el lugar donde puede aparecer porque no es solo la botella tirada. Los lugares potenciales son miles y más en las ciudades de Argentina en las que el mosquito se fue adaptando a todo, es bien urbano, y no está en zonas silvestre”.La doctora en Ciencias Biológicas explicó que el trabajo de investigación que están haciendo con los municipios bonaerenses no es solo para informar sobre la resistencia de la especia sino que van con los promotores de salud a identificar los sitios de cría para poder tomar las muestras, luego analizarla y luego pensar con ellos y ellos estrategias de prevención.“No decimos que estamos en contra de los insecticidas sino que hay que empezar a buscar estrategias en conjunto para que no sea solo el único método, porque estamos yendo a que no lo vamos a poder utilizar más porque no tendrá efecto. Las personas tenemos pensar en abordarlo de diferentes maneras, porque no sólo el mosquito volando es el tema. La fumigación es la más visible más inmediata, pero es fugaz, y los huevos siguen en los lugares donde los depositó el mosquito y en una semana aparecen las larvas”, señaló.Un poco de historia sobre el dengueLas epidemias de dengue en Argentina fueron en 2009, 2016, 2020, 2023 y 2024, y desde 2016 a 2023, se registraron cada 3-4 años. Este año es el primer año consecutivo en registrarse la epidemia más grande en el país.En el mundo, la campaña de erradicación del mosquito Aedes aegypti se inició después de la Segunda Guerra principalmente por la fiebre amarilla que fue traída al continente americano por soldados que volvían de la guerra.En ese momento se utilizó DDT -un pesticida denunciado por muchos científicos como Rachel Carson por sus efectos en aves, peces y anfibios- y se llegó a erradicar al mosquito de casi todos lados. Esa campaña se suspendió por el uso del DDT, y al sumarse un relajamiento presupuestario que hubo por aquellos años, permitió el mosquito Aedes aegypti reingresara a la región. En 1986 Aedes aegypti apareció en la provincia de Misiones, en el 1995 ya estaba en la Provincia de Buenos Aires y en 2024 el mosquito ya llegó a Neuquén.“El mosquito empezó a bajar hacia el sur por varios puntos: la crisis climática, lugares que siempre fueron fríos comenzaron a ser tropicales y las ciudades cada vez son más urbanas, hay más traslado de personas y por ejemplo en las gomas de neumáticos es uno de los lugares donde se concentran los mosquitos porque se acumula agua y así viajan. Se trasladan y así llegan a lugares donde Aedes aegypti no hubiese llegado solo. Quizás iba a llegar pero de manera más lenta”, comentó Manteca Acosta, que agregó: “Entonces la globalización, los movimientos que hacemos y traemos los virus, la urbanización, la crisis climática generan el primer caso y luego se llega a los casos autóctonos. Hace unos cinco años el mosquito solo estaba en Bahía Blanca y ahora está en Neuquén” .La directora del CeNDIE destacó que algo qué pasó este año es que la zona NEA del país, por primera vez se convirtió en corredor endémico porque hubo casos todo el año, que es algo que nunca había ocurrido, y que en el NOA hay permanencia continúa del mosquito: “además tenemos una zona centro en donde estamos muy urbanizados. Y un sur que nunca pensó tener esta problemática”. “Ahora incorporamos este tema de la resistencia insecticida y vamos viendo que nunca las estrategias de salud puede ser una sola sino que siempre hay que abordarla desde el conocimiento. Vamos hacia una Argentina mas tropicalizada con mayor urbanización y el uso de la tierra por soja y eso hace que los mosquitos estén en las urbes y este mosquito se adaptó a eso, va a acompañarnos, va aumentar la temperatura y las arbovirosis van a estar y por eso hay que empezar a pensar las estrategias, porque yo cuido mi patio pero mi vecino qué hace y qué hace el municipio. Todos tenemos un rol en la salud comunitaria”, concluyó.