La disputa por la tenencia de sus hijas entre Mauro Icardi y Wanda Nara vuelve a movilizar las redes sociales: el delantero del Galatasaray reclama contacto público con las menores, mientras la mediática las muestra en sus historias pese a una orden judicial que se lo impide.
La guerra entre Mauro Icardi y su ex esposa Wanda Nara no cede ni en el campo ni en las plataformas digitales. A seis meses de la prohibición judicial que impide al futbolista el contacto con sus hijas, el delantero del Galatasaray volvió a recurrir a Instagram para reclamar públicamente un encuentro con las menores.
Anoche, tras pasar unos días junto a los hijos de su actual pareja Eugenia “La China” Suárez en Turquía, Icardi publicó en sus Stories:
“Otra noche sin hablar con mis hijas. La madre les impide el contacto como viene haciendo desde hace seis meses. Falta poco mis pequeñas princesas. Las amo.”
No es la primera vez que el ex capitán del Inter de Milán expone el conflicto en sus redes. Días atrás advirtió:
“Voy por la tenencia de mis hijas, ¡y quiero ver a los moralistas y tan buenos padres y madres cuando las niñas estén a salvo y felices, qué discurso van a inventar!”.
En paralelo, Wanda Nara no dejó pasar la oportunidad para mostrar un fragmento de su vida cotidiana. Aunque la justicia le prohibió exponer a las niñas, la mediática compartió una cena de sushi con amigas y colaboradores en su nueva casa de Nordelta, nombrando a su hermana Zaira, a sus estilistas Kennys Palacios y Chaco, y a sus amigas Natalia, Florencia, Paula y Luli.
La tensión entre la pareja mediática trasciende el ámbito personal y se convierte en un cinismo digital: Icardi quiere visibilidad y ejercicio de la paternidad, mientras Nara aprovecha el alcance de sus redes para consolidar su perfil público, a pesar de los límites impuestos por la justicia.
Un conflicto sin tregua en la era de las redes
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Orden judicial: hace seis meses que un fallo prohíbe a Icardi el contacto directo con sus hijas, decretando que la madre –Wanda Nara– es la única responsable de autorizarlos.
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Estrategia de Icardi: utiliza Instagram como altavoz para presionar y ganar simpatías, poniendo el foco en el derecho de los padres a mantener vínculo con sus hijos.
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Táctica de Nara: exhibe estabilidad y nuevos proyectos (nueva casa, socios, amig@s), reforzando su imagen de “madre protectora” y celebrando logros personales.
Analistas en redes señalan que esta “paternidad 2.0” y “maternidad 2.0” ilustran un fenómeno global: los personajes públicos llevan los dramas judiciales a las pantallas, forzando a jueces y audiencias a lidiar con conflictos familiares en tiempo real.
Mientras ambos se preparan para las próximas audiencias legales, la opinión pública y los especialistas en derecho de familia observan con atención: ¿logrará Icardi que se revise la medida de restricción? ¿Seguirá Nara desafiando los límites de la exposición de sus hijas en redes? Una batalla que, al ritmo del scroll, no parece tener fin.