Más de 2.600 jóvenes sin hogar y familia se enfrentan al abandono estatal al no recibir la asignación mensual del 80% del salario mínimo.
El Programa de Acompañamiento para el Egreso de Jóvenes sin Cuidados Parentales (PAE) enfrenta una crisis debido al incumplimiento del gobierno nacional en el pago de la asignación mensual del 80% del salario mínimo, vital y móvil a más de 2.600 jóvenes en todo el país. Estos jóvenes, que salieron de hogares por diversas formas de violencia, se enfrentan a una situación de desamparo al no recibir la ayuda económica necesaria para su subsistencia.
La ayuda, establecida por la ley nacional 27.364 en 2017, tiene como objetivo proporcionar apoyo financiero a los jóvenes que, al cumplir los 18 años, egresan de hogares donde vivieron debido a situaciones de violencia familiar. Sin embargo, desde hace tres meses, estos jóvenes no han recibido los pagos correspondientes, dejándolos en una situación de vulnerabilidad extrema.
Según testimonios recogidos, esta asignación es vital para ellos, ya que les permite pagar gastos básicos como alquiler, comida y servicios. Muchos trabajan, pero sus sueldos no son suficientes para cubrir sus necesidades, haciendo que la ayuda del PAE sea indispensable para su supervivencia.
La falta de pago no solo afecta la estabilidad económica de estos jóvenes, sino que también impacta en su acceso a servicios básicos, como la atención médica. Algunos han tenido que cancelar citas médicas debido a la falta de recursos para pagar los coseguros.
El gobierno reconoce el problema, atribuyéndolo a cuestiones administrativas y a la reasignación de presupuesto en diferentes áreas. Sin embargo, no se proporciona una fecha concreta para la regularización de los pagos, lo que deja en incertidumbre a los afectados.