La Cámara Penal 1 de San Luis lo condenó este lunes; estaba con preventiva desde 2019. Las víctimas sufrieron los ataques sexuales cuando eran niñas.
La Cámara Penal 1 de San Luis condenó este lunes a M.A. a 20 años de prisión por abusar de sus hijas biológicas.
El tribunal conformado José Luis Flores (presidente), Jorge Sabaini Zapata y Sebastián Cadelago Filippi lo declaró penalmente responsable de los delitos de “Abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo y por el aprovechamiento de la convivencia preexistente siendo la víctima menor de edad y Abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y por el aprovechamiento de la convivencia preexistente siendo la víctima menor de edad, todo en concurso real —dos hechos—, en concurso ideal con corrupción de menores agravada”, en perjuicio de ambas víctimas.
El hombre de 46 años, que estaba con prisión preventiva desde 2019, negó los ataques sexuales: “Tengo que reconocer la violencia en mí, debido a que un tiempo incurrí en el consumo de alcohol desmedido y de drogas. No tenía realmente un comportamiento adecuado al de padre de familia, pero no viole a mis hijas, eso es todo señoría”.
Los abusos ocurrieron cuando las niñas tenían entre 8 y 14 años, y se extendieron por un lapso de cuatro años. Aunque las denuncias llegaron tiempo después, cuando una de ellas le contó a su mamá, en octubre de 2017, las situaciones que vivió junto a su hermana en el domicilio que habitaba la familia en el barrio 85 Viviendas.
Las víctimas, quienes hoy tienen 20 y 25 años, declararon en la primera audiencia del debate. También la mamá quien confesó que pensó en matarlo.
Alegatos
Este lunes, horas antes del veredicto, las partes expresaron sus alegatos.
El fiscal de Cámara, Fernando Rodríguez, solicitó que el imputado fuera condenado a sufrir la pena de 23 años de prisión.
Ernesto Torres Mathieu, representante de la parte damnificada, manifestó estar de acuerdo en todo lo solicitado por el fiscal de Cámara. Y agregó que tanto las víctimas como la progenitora de ambas “se encuentran transitando un infierno” y que, para poder alcanzar algún tipo de paz, necesitaban un fallo condenatorio para el acusado.
Mientras que el defensor de Cámara, Esteban Sala –representante del acusado- pidió la absolución de su defendido por el beneficio de la duda y que de manera subsidiaria –en caso de que no se hiciera lugar a la absolución- se encuadraran las conductas de su defendido como “Abuso sexual simple con el agravante del vínculo” y que se tuviera presente la no concurrencia de otros agravantes.