Los ultrajes fueron cuatro y ocurrieron cuando la chica tenía entre 13 y 18 años, en la casa del acusado.
En agosto del año pasado una joven decidió no callar más. Cumplidos los 18 años se dirigió a la Justicia y denunció a su abuelo, al padre de su padre, que no hizo más que marcar su adolescencia con malos recuerdos: los abusos sexuales a los que la sometió. Finalmente, luego de meses de averiguaciones, el hombre fue detenido y ayer fue imputado por al menos cuatro ocasiones en las que ultrajó a su propia nieta.
Ayer, en la audiencia judicial en la que el acusado fue informado sobre los delitos que le endilgan, el fiscal Instructor 4 de Villa Mercedes, Leandro Estrada, le formuló cargos por los delitos de "Abuso sexual con acceso carnal calificado por el vínculo", en tres oportunidades, y "Abuso sexual gravemente ultrajante calificado por el vínculo" en otro hecho, todos en perjuicio de una menor de edad.
El fiscal relató que los ultrajes fueron denunciados en agosto, es decir, poco tiempo después del último de los cuatros abusos que sufrió la muchacha.
La víctima, quien ahora es mayor de edad y madre, denunció que los abusos ocurrieron cuando tenía 13, 15, 17 y 18 años.
Ella vivía con sus padres, pero los ultrajes no sucedían allí, sino cuando estaba en la casa del imputado.
Cada vez que la tocaba en sus partes íntimas o la violaba, su abuelo la amenazaba para asegurarse de que no le contara a nadie sobre lo que le hacía. Le decía que nadie le iba a creer e, incluso, la última vez que la violó la golpeó.
Con las pruebas recabadas al momento, Estrada ordenó la detención del hombre el jueves y solicitó el allanamiento de su domicilio para concretar el arresto. La medida iba a ser ejecutada por el comisario Pedro Alaniz y su personal a cargo esa misma mañana, comentó una fuente. Pero algo pasó: antes de que la requisa y la detención tuvieran lugar, el imputado se enteró de que había sido denunciado por su nieta y que, en el transcurso de ese día, la Policía iría a su casa y lo aprehendería.
Para evitar quedar expuesto ante sus familiares y vecinos, se presentó voluntariamente en la Comisaría 10ª, a cargo de Alaniz, y lo detuvieron.
Entre los elementos probatorios que el fiscal consideró fundamentales para plantear la imputación, están la denuncia de la víctima y los informes de los especialistas en Psicología del Poder Judicial, que la entrevistaron y determinaron que su relato es creíble.
En este caso, más allá de que la joven fue víctima de abusos del tipo carnal, no tenía caso ordenar como medida probatoria una revisión médica, puesto que la damnificada ya es adulta y tiene una vida sexual activa.