Santiago Solari, habló por primera vez como jugador de Racing y relató situaciones difíciles que le tocó atravesar y cómo su carrera fue en ascenso arrancando desde la Liga Sanluiseña de Fútbol.
Gustavo Costas había pedido un extremo y la dirigencia le cumplió el deseo. Contrató al puntano Santiago Solari de 25 años que brilló la última temporada en Defensa y Justicia a tal punto de estar también en la consideración de San Lorenzo. Detrás del éxito actual, hay una historia de vida muy peculiar para un futbolista que nunca bajó los brazos y pisó todos los escalones.
El delantero recordó que antes de su gran presente, “hace un par de años estaba jugando la liga local de San Luis”. En ese momento, confesó que “me puse a estudiar, a tratar de buscar otros rubros porque estaba en un momento bastante feo de mi carrera. Me tocó jugar un partido, entrar de suplente, estar en cancha 5 minutos y después irme a probar a un equipo que recién ascendía de la Liga Sanluiseña y que me digan que no fue un golpe durísimo”.
“Fui a buscar un sueño a los 13 años (inferiores de Vélez Sarfield) y que no se estén dando las cosas ni en una Liga local era horrible y obviamente se me pasó por la cabeza buscar otros rubros. Lo bueno es que tuve amigos muy metidos en el fútbol que me dijeron que siga entrenando, que no baje los brazos y me siga esforzando. Lo hice porque me gusta y después las cosas se fueron dando”, añadió Solari en declaraciones a Tyc Sports.
Vistió los colores de Sporting Club Victoria en el Torneo Regional Amateur en 2019. Luego firmó contrato con Juventud Unida Universitario para disputar el Federal A. “Mi mentalidad ahí cambió y me esforcé para seguir creciendo”.
Emigró a Atlanta y terminó en la Primera Nacional siendo el más desequilibrante jugador de la divisional con Gimnasia y Esgrima de Mendoza en 2022.
Sus actuaciones lo llevaron a debutar en Primera División. Su destino fue Defensa y Justicia. Jugó 54 partidos en Varela distribuidos en Liga Profesional, Copa Sudamericana, Copa de La Liga y Copa Argentina, donde fue clave al convertir el gol que le dio la clasificación a la final.
Su rendimiento despertó el interés de Racing y San Lorenzo, pero fue la Academia quien ganó la pulseada y se quedó con “Maluma”, como lo apodaron en la zona oeste de la ciudad de San Luis cuando jugaba en el fútbol doméstico.
“Hoy en día poder dar este salto importante a un club tan grande la verdad que es hermoso. Lograr estar en la élite del fútbol lo tomo con mucha responsabilidad y sigo trabajando porque no me quiero conformar con esto, quiero seguir logrando cosas y darle a Racing el respaldo que me dio por traerme de mucho sacrificio, entrenamiento y ratificarlo con algo lindo para este club que se lo merece”, destacó.
Santiago, hermano de Pablo que juega en River, no se olvida del apoyo incondicional de sus papás Víctor y Susana: “Se esforzaron mucho, se emocionan y lo disfrutan conmigo en este tan lindo momento para la familia”, cerró el futbolista.