El delantero hispano-argentino cuestionó al entrenador Rubén Amorim por haberlo dejado en el banquillo gran parte de la final de la Europa League, que el Manchester United perdió 1-0 ante Tottenham en Bilbao.
Alejandro Garnacho no guardó silencios diplomáticos después de la derrota del Manchester United frente al Tottenham, que se impuso 1-0 en San Mamés y levantó la UEFA Europa League. Mientras el equipo encajaba su segunda final perdida en la temporada, el delantero hispano-argentino apuntó directamente contra el entrenador portugués Rubén Amorim.
“Hasta la final jugué todas las rondas y ayudé al equipo. Hoy, veinte minutos… no lo entiendo”, lanzó el futbolista de 19 años, visiblemente molesto por haber ingresado a los 26 del segundo tiempo en lugar de Mason Mount.
El atacante, que venía siendo titular a lo largo del certamen, no pudo influir en el resultado ni evitar un nuevo golpe para los de Old Trafford. Minutos después del pitido final mostró toda su frustración:
“Obviamente es duro para todos. Esta temporada, la verdad, fue una mierda: perdimos la final de la copa de la liga y ahora esto. No le ganamos a nadie”.
La explosión de Garnacho llega en un momento delicado para el United, que cierra un curso sin títulos y con más dudas que certezas sobre su proyecto deportivo. El madrileño, con contrato en vigor, deslizó que escuchará ofertas durante el mercado de pases: “Voy a intentar disfrutar el verano y ver qué pasa después”.
La reacción pública del juvenil no hace más que acrecentar la tensión interna y poner el foco sobre la gestión de Amorim, cuestionado por sus planteos y por la rotación en momentos clave. Mientras el Tottenham celebra su trofeo, en Manchester el telón cae con sabor amargo y un vestuario que vuelve a vivir un episodio de fuego cruzado entre técnico y jugadores.