El piloto argentino registró 1:13.820, a 0.856 s del local Charles Leclerc, en un viernes que sirve más para aprender a rozar los muros que para marcar tiempos.
Franco Colapinto descubrió esta mañana la cara más áspera del callejero de Montecarlo. En la primera sesión de prácticas libres del Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, el bonaerense —al volante del Alpine A524— apenas pudo situarse 19.º sobre 20 con un registro de 1:13.820. La referencia quedó en manos del ídolo local Charles Leclerc (Ferrari), que clavó 1:12.964 y se adueñó del tablero.
Para Colapinto, que encara su temporada de «rookie» como piloto de reserva con la estructura francesa, la prioridad fue adaptarse al circuito más estrecho y técnico del calendario: muros a centímetros, falta de grip, tráfico constante y la famosa Piscina que no perdona errores. Por eso, los ingenieros de Alpine se limitaron a girar con compuestos duros y medios, sin buscar simulaciones de clasificación que inflaran el cronómetro.
El argentino, no obstante, quedó a 0.856 s de Leclerc y a medio segundo de su compañero de garaje, Esteban Ocon, un margen que refleja el trabajo pendiente en la puesta a punto. «Sabíamos que Mónaco iba a ser una curva de aprendizaje brutal. Hay mucho por limar, pero la meta es sacarle el jugo a las próximas salidas y llegar con confianza a la quali», deslizó el equipo por radio.
La agenda en el Principado continúa a las 12:00 (hora argentina) con la segunda sesión de libres, un turno clave para afinar ritmo de carrera y, sobre todo, ganar milímetros de confianza entre los guardarraíles. Este sábado, la clasificación dictará sentencia: en Mónaco, largar adelante suele equivaler a media victoria. Colapinto necesita un paso adelante si quiere colarse en la foto del domingo.