El Consejo de Fútbol activó la búsqueda del nuevo entrenador de Boca: Gabriel Milito entusiasma por su idea de proyecto a largo plazo y Gustavo Quinteros seduce por su espalda ganadora. Mariano Herrón será interino el domingo ante Tigre, mientras Román define si el elegido asumirá ya o después del Apertura.
Juan Román Riquelme dejó atrás la resaca del Superclásico, firmó el fin de ciclo de Fernando Gago y encendió el radar para encontrar al próximo DT. En la primera depuración de candidatos sólo quedaron dos nombres con verdadera fuerza de cara al futuro inmediato: Gabriel Milito y Gustavo Quinteros.
Milito, la carta del proyecto
Antecedentes que pesan. El Mariscal dejó huella en Estudiantes, Independiente y, sobre todo, Argentinos Juniors, donde modeló un equipo competitivo, voraz en la presión y con convicción ofensiva.
La sintonía fina con Román. Se conocen desde la Selección y coincidieron en la liga española. A Riquelme lo seduce el método Milito: trabajo 24/7, lectura táctica actualizada y obsesión por el detalle.
Un contrato largo en el horizonte. Libre tras su paso por Atlético Mineiro (subcampeón de América), Milito sólo tomaría el banquillo si le garantizan un plan de tres años: hasta el final de la gestión Riquelme en diciembre de 2027.
Quinteros, la apuesta de la experiencia
Trotamundos con 12 títulos. Campeón en Bolivia, Ecuador, Chile y Argentina, el santafesino de 60 años es un especialista en equipos que necesitan reacción rápida sin perder ambición.
El antecedente fortinero. Fue referencia de Vélez en 2024: solidez defensiva y pragmatismo. El perfil gusta en el Consejo, que valora su manejo de vestuario y la intensidad que exige a sus dirigidos.
Ventana abierta. Tras su fugaz paso por Gremio, está sin club y escucha propuestas. Boca tanteó su nombre a fines de 2024; hoy vuelve a escena, libre de ataduras.
El gran dilema: ¿debutar en el Apertura u operar a futuro?
Riquelme y compañía evalúan si tiene sentido exponer al nuevo DT al impactante arranque de octavos del Apertura o dejar que Herrón cierre el semestre, reserve fuerzas para el Mundial de Clubes y ceda un aterrizaje menos turbulento al entrenador definitivo. La premisa es preservar resultados y evitar quemar a quien debería ser la cara de la reconstrucción.
Los descartados
El Tata Martino (vacaciones y prioridades en Brasil), el Kily González (buenas referencias, poca espalda para Boca), Gabriel Heinze, Rodolfo Arruabarrena y José Pekerman quedaron fuera de la conversación. El filtro Riquelme-Bermúdez-Cascini fue implacable: experiencia, método y disponibilidad inmediata son innegociables.
Próximos pasos
Reuniones formales. Entre esta noche y el lunes podrían abrirse contactos directos con los representantes de Milito y Quinteros.
Condiciones económicas. Boca ofrece un contrato en dólares a valores de mercado sudamericano alto y premios por objetivos (Apertura, Clausura y Mundial de Clubes).
Plantel. Ambos técnicos pidieron informes completos sobre la enfermería, contratos y situaciones límite (Marcos Rojo, Cavani, Benedetto). Milito ya dirigió a Rojo en Estudiantes y a Battaglia en Mineiro; Quinteros coincidió pocos días con Marchesín en Gremio.
El hermetismo es total, pero en Ezeiza confirman: «El nuevo técnico saldrá de esa lista corta». Los hinchas tendrán paciencia… hasta el domingo. Después, el reloj empezará a correr con la chicana de siempre: en Boca los resultados mandan.