El conflicto escala: nuevos misiles impactaron en Tel Aviv y Jerusalén, con víctimas y edificios destruidos.

La tensión en Medio Oriente volvió a escalar este fin de semana con una nueva oleada de ataques aéreos lanzados por Irán contra varias ciudades de Israel, incluyendo Tel Aviv y Jerusalén. La ofensiva —la sexta en menos de 48 horas— dejó múltiples edificios destruidos, incendios en zonas residenciales y un creciente número de víctimas civiles.

Los bomberos reportaron impactos directos en al menos tres distritos clave: Dan, Jerusalén y el Centro de Israel, donde se produjeron derrumbes y personas atrapadas entre los escombros. En Tel Aviv, uno de los proyectiles impactó en un edificio de ocho plantas al sur de la ciudad.

“Las casas cercanas estaban dañadas y la calle era un caos”, relató Adnan Abu Rumi, paramédico de Magen David Adom (MDA). En uno de los rescates, hallaron a dos mujeres sin vida entre los restos.

En la localidad de Tamra, cerca de Haifa, tres personas murieron por otro impacto. Los servicios de emergencia confirmaron además 14 heridos, muchos con cuadros de ansiedad severos.

Israel respondió con una operación quirúrgica en Teherán, atacando sedes del Ministerio de Defensa iraní y objetivos vinculados al programa nuclear. “Arde Teherán”, escribió el ministro israelí Israel Katz en la red X, mientras las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaban haber golpeado instalaciones clave de la Organización de Innovación e Investigación Defensiva (SPND).

Según reportes oficiales, los ataques en Irán dejaron al menos 90 muertos, la mayoría en la provincia de Azerbaiyán Oriental. En tanto, en suelo israelí, los bombardeos persas causaron tres muertes y más de 70 heridos.

En este contexto, Jordania y Siria decidieron cerrar nuevamente sus espacios aéreos por “riesgo inminente”, mientras la comunidad internacional mantiene un tenso silencio ante la magnitud del conflicto.

La escalada entre Irán e Israel ya no es una amenaza latente, sino una guerra de misiles en tiempo real con saldo trágico para civiles de ambos lados. Lo que comenzó como una respuesta puntual, se transformó en una confrontación abierta que amenaza con desestabilizar la región entera.