La agresión a Radio Rivadavia refleja el creciente hostigamiento contra la libertad de prensa en Argentina.
Un nuevo ataque a la libertad de prensa sacudió a Argentina este sábado, cuando la histórica emisora Radio Rivadavia fue blanco de vandalismo. En la madrugada, un grupo desconocido pintó consignas a favor de Cristina Kirchner en la fachada del edificio, generando repudio en todo el ámbito periodístico y político. Este incidente no es aislado, sino que forma parte de una creciente serie de agresiones contra los medios de comunicación en el país.
El ataque, que aún está siendo investigado por las autoridades, se enmarca en un patrón de hostigamiento a periodistas y medios, con el objetivo de amedrentar a la prensa crítica. Estos episodios de violencia física y simbólica ponen de manifiesto el clima de impunidad en el que operan ciertos grupos violentos, que buscan silenciar a los medios y controlar la información que circula en la sociedad.
La reacción de la clase política frente a estos hechos ha sido, en muchos casos, tibia e ineficaz. La falta de condenas contundentes y acciones reales para frenar estos ataques está generando un caldo de cultivo peligroso para la libertad de expresión en Argentina. La situación se ha intensificado especialmente desde que la Corte Suprema de Justicia confirmó la condena a la ex presidenta Cristina Kirchner, lo que generó una escalada de hechos violentos.
Algunos de los ataques más recientes incluyen la entrada de marginales a TN, pintadas contra canales de streaming y hackeos a páginas web, lo que refleja un intento claro de coartar el ejercicio libre del periodismo en el país.
En este contexto, Radio Rivadavia, que cuenta con una importante plantilla de periodistas como Nelson Castro, Cristina Pérez, Baby Etchecopar, Mario Portugal y muchos más, se enfrenta a un clima de hostigamiento que afecta tanto a su infraestructura como a la integridad de su personal.
La comunidad periodística y la sociedad en general exigen una respuesta firme del poder político para garantizar que el derecho a la libertad de prensa no se vea amenazado por la violencia y la intimidación.