El expresidente argentino admitió su equivocación en el polémico evento durante la cuarentena, mientras reflexiona sobre su gestión y las dinámicas del peronismo.
El expresidente de Argentina, Alberto Fernández, concedió una entrevista en la que hizo una autocrítica sobre uno de los episodios más controvertidos de su mandato: la fiesta en la residencia de Olivos durante la cuarentena por la pandemia de COVID-19. Fernández admitió que fue un error permitir el evento y señaló que “no debió haber existido”.
En sus declaraciones, Fernández reconoció que no fue consciente del riesgo al que se exponía al realizar la celebración con más de 100 personas en pleno confinamiento. Afirmó haberse sometido totalmente a la justicia, señalando que reparó el daño conforme al Código Penal.
Además de abordar la polémica de la fiesta de Olivos, Fernández reflexionó sobre la realidad política actual, especialmente dentro del peronismo. Destacó la necesidad de un debate sincero dentro del partido, aunque sugirió que quizás no deba ser tan público. En este contexto, hizo referencia a la figura de Javier Milei, destacando que el verdadero problema no son las internas peronistas, sino el ascenso de esta nueva figura política.