Al exponer ante empresarios en la Expo EFI, el ministro de Economía confirmó que el Gobierno anunciará “en los próximos quince días” una herramienta destinada a masificar el uso de billetes verdes en las transacciones locales. Sin detallar la iniciativa, aseguró que complementará la remonetización en pesos y consolidará la etapa tres del plan de estabilización.
Luis “Toto” Caputo se paró frente al Congreso Económico Argentino con algo más que la habitual batería de gráficos fiscales. En las primeras filas del CEC de Buenos Aires se mezclaban banqueros, industriales y gestores de fondos; todos esperaban pistas sobre la salida del cepo. El ministro no reveló la fecha, pero dejó un adelanto que movió el avispero: “En las próximas dos semanas estaremos anunciando una medida que fomentará fuertemente el uso de dólares. Les va a sorprender”.
La frase llegó luego de un diagnóstico que se repite en cada presentación: la economía argentina “opera con el nivel de monetización más bajo en décadas, menos de la mitad de lo habitual”. A juicio de Caputo, ese vacío de liquidez –agravado por cinco años de cepo– exige “remonetizar” tanto en pesos como en divisas. “No nos importa quién gane la pulseada: competencia de monedas pura”, enfatizó.
Las piezas previas: ancla fiscal y limpieza de pesos
Para justificar la inminente jugada, el funcionario repasó la secuencia que, según él, evitó la híper:
Déficit cero: recorte del gasto público del 30 % “sin subir impuestos”.
Tasas reales negativas y el bono Boreal: aspiradora de excedentes monetarios.
Saneamiento del BCRA: utilidades genuinas para sumar reservas y cancelar pasivos sin financiar gasto.
“Con eso desmontamos la bomba cuasifiscal. Ahora toca la fase de expansión genuina, no inflacionaria”, dijo. El nuevo instrumento –que algunos banqueros especulan podría ser un depósito o bono dual indexado al tipo de cambio libre– buscará absorber dólares fuera del circuito y, a la vez, facilitar su uso cotidiano.
¿Por qué dólares y no solo pesos?
Caputo sostuvo que la economía ya muestra un rebote de 6 % interanual y salarios reales 15 % arriba, pero “la falta de medios de pago” limita la recuperación. “Argentina es un país bimonetario. Si la gente confía más en el dólar, demos vías legales para que lo use. La emisión cero nos protege de volver a la inflación”, razonó.
El ministro blanqueó que existe un consenso interno para convivir con ambos signos monetarios: “Se terminó el complejo de la convertibilidad mal cerrada. El problema nunca fue la competencia, sino la indisciplina fiscal”. La línea la comparte el Presidente, quien el jueves volverá a la Expo EFI para apuntalar la narrativa.
Escarmiento a la política de “barata en dólares”
Con la inflación mensual cayendo por debajo de 5 %, Caputo afirmó que “se acabó la Argentina regalada”. Prometió que el salario medio volverá a sobrar para viajar a Miami “sin necesidad de subsidiar consumos con un dólar falso”. En la misma línea, celebró la primera baja de YPF en los surtidores (-4 %) como anticipo de una etapa donde “hasta los precios pueden bajar”.
La receta oficial para abaratar el “costo argentino” combina cuatro resortes: baja de impuestos, desregulación, más competencia y boom de inversión privada. “No devaluaremos para ganar competitividad, la economía se hará eficiente o desaparecerá”, advirtió a los industriales.
El cepo y la hoja de ruta
La medida pro-dólar no implica, por ahora, liberar totalmente el mercado cambiario. Caputo defendió la secuencia: “Macri lo hizo al revés y lo pagó caro. Nosotros primero ordenamos lo fiscal, después lo cuasifiscal y capitalizamos al Banco Central. Falta estabilizar la remonetización y recién ahí se levantará el cepo”.
En Balcarce 50 definen esa etapa tres con tres pilares: crawling cero o flotación controlada, bandas para un dólar de flotación libre y levantamiento progresivo de restricciones a empresas y ahorristas. El detalle técnico, subrayan, dependerá de que la nueva herramienta de “dolarización de transacciones” funcione como grimorio contra una corrida.
Señales al FMI y al Tesoro de EE. UU.
El funcionario cerró con un mensaje político: el FMI y Washington “nos pusieron como caso de estudio para 194 países”. Traducción: la Casa Blanca apoya la estrategia y habrá margen para blindajes adicionales si la hoja de ruta avanza.
En síntesis
Habrá anuncio “en dos semanas” para que circulen más dólares.
Se enmarca en la remonetización: pesos + divisas.
No implica levantar el cepo aún, pero lo prepara.
Busca absorber dólares “colchón” y darles canal formal.
El Gobierno apuesta a que la inflación “colapse” sin devaluar.
La pelota quedó en la cancha del mercado. En quince días se sabrá si el as bajo la manga de Caputo es un puente hacia la libertad cambiaria o apenas otro paso, audaz pero parcial, en el extenso camino hacia la estabilidad.