Con la llegada del frío reaparece el Virus Sincicial Respiratorio (VSR), responsable principal de bronquiolitis y neumonía en lactantes. En el país ya se aplican dos estrategias preventivas —vacunación materna y un anticuerpo de acción prolongada— que buscan reducir las 250 000 a 300 000 infecciones anuales.
Con la primera ola de aire frío, los pediatras vuelven a encender la alarma por el Virus Sincicial Respiratorio (VSR), la causa número uno de infecciones respiratorias agudas bajas en bebés y el motivo más frecuente de internaciones pediátricas durante otoño e invierno. Las cifras son elocuentes: dos de cada tres lactantes se infectan en su primer año de vida y, en la Argentina, el VSR provoca cada temporada entre 250 000 y 300 000 episodios.
Durante el XIV Congreso Internacional de Infectología y Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP), la infectóloga Ximena Juárez recordó que “el VSR explica casi dos tercios de las infecciones respiratorias en los primeros meses de vida y uno de cada 50 niños termina hospitalizado en su primera temporada”. La especialista advirtió que el impacto no termina con el alta: a corto plazo aumenta la otitis y el consumo innecesario de antibióticos; a largo plazo se asocia con sibilancias recurrentes y menor función pulmonar.
El neonatólogo Néstor Vain subrayó que el virus “no distingue entre bebés sanos o prematuros” y detalló las dos herramientas disponibles en el país:
-
Vacunación materna entre las semanas 32 y 36 de gestación, que transfiere anticuerpos al feto y protege al recién nacido.
-
Anticuerpo de acción prolongada (dosis única) para lactantes que no recibieron la protección a través de la mamá —ya sea por parto previo a las dos semanas de la vacuna o por no haber sido vacunadas— y para prematuros o niños de hasta 24 meses con riesgo persistente.
El anticuerpo puede administrarse junto con las vacunas del calendario infantil y ofrece cobertura durante toda la temporada de circulación viral —habitualmente de abril a septiembre—, una ventana crítica en la que los servicios de guardia se abarrotan de casos de bronquiolitis.
El infectólogo Eduardo López celebró que la cobertura de vacunación en embarazadas haya alcanzado el 60 %, pero recordó que “cuatro de cada diez bebés siguen expuestos”. Por eso las sociedades científicas —SADIP, SAP, SAVE, SADI, entre otras— recomiendan una estrategia combinada: inmunizar a la madre y, si el bebé queda desprotegido, recurrir al anticuerpo para completar el círculo.
Síntomas y consulta temprana
Los primeros signos de infección por VSR son mocos, tos, fiebre ocasional y dificultad respiratoria con silbidos. El cuadro puede escalar rápidamente, de ahí la importancia de consultar al pediatra ante los primeros síntomas y no subestimar la prevención. Con el virus ya circulando, el mensaje es claro: madres, padres y cuidadores deben hablar con su médico sobre las opciones disponibles para atravesar el invierno con la máxima protección posible.