La medida impactará en naftas y gasoil. Las petroleras evalúan trasladarlo a precios.

El Gobierno nacional dispuso una nueva suba en el impuesto a los combustibles, que afectará directamente al precio de las naftas y el gasoil en todo el país. La medida, publicada este lunes en el Boletín Oficial a través del decreto 441/2025, anticipa un inminente ajuste en los surtidores.

Aunque aún no fue oficializado el porcentaje final de incremento, las petroleras ya analizan si trasladarán el aumento a los precios de venta, apenas una semana después de haber aplicado un ajuste del 5% debido a la tensión internacional entre Israel e Irán.

Según lo establecido, el tributo sobre los combustibles líquidos aumentará $6,62 por litro para las naftas, y $0,405 por litro para el gravamen al dióxido de carbono. En el caso del gasoil, el ajuste será de $5,34 por litro en el impuesto base, $2,89 por litro en la alícuota diferencial (aplicable a regiones como la Patagonia) y $0,609 por litro por emisiones de CO₂.

Además, el decreto señala que los aumentos pendientes correspondientes a buena parte de 2024 y al primer trimestre de 2025 se dilatarán hasta el 1° de agosto, con el objetivo de moderar el impacto inflacionario. Esos incrementos, acumulados desde enero del año pasado, debían aplicarse trimestralmente de acuerdo con la variación del IPC que informa el INDEC.

La decisión llega en un contexto de fuerte presión sobre los precios y con una inflación que, si bien en desaceleración, sigue siendo alta. La mirada está puesta ahora en la reacción de las principales petroleras. Hasta el momento, YPF es la única que no se sumó al último aumento del 5%, aplicado por Puma, Axion y Shell a mediados de la semana pasada.