San Luis encabezó el ránking de provincias más austeras al reducir su gasto en un 45%. De acuerdo con datos de la consultora EcoGo, la administración de Claudio Poggi echó a “ñoquis”, simplificó la estructura política y eliminó nichos de corrupción, cumpliendo así con gran parte de las medidas impulsadas por el presidente Javier Milei.
El Gobierno de la provincia de San Luis, encabezado por Claudio Poggi, se convirtió en la administración más austera de la Argentina, según un informe de la consultora EcoGo publicado por el diario La Nación. Dicho análisis señala que San Luis redujo sus erogaciones en un 45%, superando ampliamente a otras jurisdicciones en el ajuste del gasto público.
Un recorte ejemplar en tiempos de “motosierra”
Desde que el presidente Javier Milei asumió el poder, ha insistido en la urgencia de bajar el gasto estatal, impulsando una “motosierra” sobre las cuentas públicas para sanearlas. Con esa premisa, muchos gobernadores —afines o no al gobierno central— han encarado ajustes en sus provincias. En ese contexto, San Luis se destaca por haber avanzado con determinación en:
- Eliminación de nichos de corrupción
- Despido de “ñoquis” (empleados que no cumplían funciones reales)
- Achicamiento de la estructura de funcionarios
- Fin de cargos políticos creados durante la gestión anterior
Estas medidas revirtieron la situación de déficit fiscal estructural con la que, según Poggi, recibió la provincia, marcada por “corrupción y saqueo” del gobierno predecesor.
Comparaciones con otras provincias
El estudio de EcoGo señala que, a nivel federal, las provincias redujeron en promedio sus gastos en un 21,6%, acompañando la caída de recursos nacionales (15,6% en promedio). En ese espectro, San Luis lidera el ajuste con un 45% de reducción:
- San Luis: 45%
- Formosa: 39,2%
- San Juan: 31,7%
- Tucumán y Jujuy: 31,2%
- Mendoza: 30,9%
- Tierra del Fuego: 30,3%
En el otro extremo, Ciudad de Buenos Aires ahorró un 6,5%, Neuquén un 9,3% y Río Negro un 11,5%.
La visión de Milei
Al abrir el 143° período de sesiones ordinarias, el presidente Javier Milei enfatizó la necesidad de “la motosierra” como símbolo de cambio de época para reducir el gasto público innecesario. Varios gobernadores acataron la consigna, pero Claudio Poggi fue el que más avanzó en el propósito de sanear las finanzas provinciales y reconstruir la institucionalidad.
“Poggi heredó una provincia con déficit fiscal e irregularidades en la gestión anterior, y hoy encabeza el ránking de recorte del gasto. San Luis se erige como un modelo de austeridad en Argentina”, resume el documento de EcoGo.
Un modelo de austeridad que sintoniza con el Gobierno Nacional
Algunas de las medidas adoptadas por San Luis para cumplir con los lineamientos nacionales incluyen:
- Racionalización de la estructura pública, con reducción de secretarías.
- Transparencia activa, al cerrar áreas que acumulaban irregularidades.
- Desvinculación de contratados o funcionarios sin tareas específicas, conocidos popularmente como “ñoquis”.
Poggi asegura que, gracias a estos cambios, la provincia “volvió a funcionar” y se encamina a mantener el equilibrio incluso en un contexto de reducciones de recursos federales.
Un horizonte marcado por la consolidación fiscal
Con la implementación de estos ajustes, San Luis se propone consolidar su situación fiscal y avanzar hacia un modelo de gobierno que priorice la transparencia, la eficiencia y el desarrollo de obras clave para la provincia.
Mientras tanto, desde la Casa Rosada, respaldan la política de ajustes en línea con la meta de “poner fin al despilfarro estatal”, una de las banderas centrales de la administración Milei.
En ese marco, la experiencia de San Luis —con la severa reducción del gasto y la eliminación de prácticas corruptas— se exhibe como un caso testigo de lo que podría replicarse en otras jurisdicciones, siempre y cuando exista voluntad política y un control riguroso de los recursos públicos.