Una propuesta controversial surge del Gobierno, que busca autorización legislativa para vender la Casa de San Luis y destinar los fondos a la reparación del Policlínico de Villa Mercedes. Se argumenta que el mantenimiento del edificio es excesivamente costoso en relación con sus prestaciones actuales.
El proyecto mediante el cual el Gobierno provincial pide la autorización para vender la Casa de San Luis en Buenos Aires, será considerado en primera instancia por la Cámara de Diputados.
En los fundamentos de la iniciativa, desde el Ejecutivo explicaron que actualmente la propiedad se encuentra afectada al dominio público del Estado provincial pero su superficie y dependencias “no resultan acordes para las actividades normales de funcionamiento de tal organismo, lo que exige evaluar la necesidad de autorizar la comercialización, mediante el sistema de una subasta pública”.
Esto va en consonancia con lo que dijo el gobernador Claudio Poggi durante su mensaje en la Asamblea Legislativa donde anunció que iba a enviar la propuesta a la Legislatura para ser autorizado y realizar la operación.
La venta generará ingresos a las arcas de la Provincia y serán destinados a la puesta en valor del Policlínico Regional Juan Domingo Perón de Villa Mercedes y/o infraestructura hospitalaria o sanitaria.
La propiedad está ubicada en calle Azcuénaga 1083/87 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fue adquirida en 1984 y como en esa época los trámites eran personales y se gestionaban en papel, era esencial un espacio físico donde los empleados y el público pudieran desenvolverse y resolver sus demandas cómodamente. Por eso fue “oportuno” tener ese edificio, el cual posee una superficie aproximada de 1443 metros cuadrados distribuidos en cuatro pisos, ascensor, dos baños por piso, salones de diferente magnitud e importancia y varias oficinas privadas.
“En la actualidad las casas de provincias siguen existiendo como oficinas institucionales, ya que la gran mayoría de los trámites e informes se realizan vía internet o por otros medios electrónicos, por lo que este inmueble ha devenido en una inversión demasiado onerosa en relación a sus prestaciones”, argumentaron desde el Gobierno.
Por otro lado, señalaron que la política de austeridad y uso racional de los fondos públicos “impone la necesidad de disminuir los costos de mantenimiento y conservación y disponer en definitiva de una propiedad ajustada a las necesidades de la actividad propia de la Casa de San Luis”.