La Cámara de Casación ratificó penas para los imputados, aunque corrige calificación legal
En un fallo que mantiene en vilo a la opinión pública, la Cámara de Casación bonaerense ha confirmado las condenas impuestas a los rugbiers responsables del trágico asesinato de Fernando Báez Sosa en enero de 2020, en Villa Gesell. Aunque se corrigió la calificación legal, la sentencia fue ratificada, con cinco de los acusados enfrentando prisión perpetua y los tres restantes recibiendo condenas de 15 años tras las rejas.
El extenso fallo reveló que si bien se descartó la alevosía, se mantuvo la premeditación del crimen, conforme al artículo 80 del Código Penal de la Nación. Este acto brutal, que conmocionó a la sociedad en su momento, ocurrió tras una discusión en una discoteca local, culminando en una agresión organizada y despiadada frente a las puertas del establecimiento.
La sentencia confirma detalles escalofriantes del ataque, describiendo cómo los acusados esperaron estratégicamente a que la policía se retirara para ejecutar su plan homicida. Los jueces criticaron la interpretación de la instancia anterior respecto al momento en que se inició la intención de matar, subrayando la brutalidad de la agresión desde su inicio.
Los padres de la víctima, Graciela Sosa y Silvino Báez, siguen clamando por justicia, aunque admiten que el paso del tiempo no ha aliviado su dolor ni sanado sus heridas. En un acto conmemorativo reciente, reiteraron su demanda de cadena perpetua para los culpables, expresando la eterna ausencia de su hijo y la inalterabilidad de su sufrimiento.
La próxima etapa judicial ahora recae en la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, donde se esperan recursos extraordinarios por parte de las partes involucradas. Mientras tanto, la memoria de Fernando Báez Sosa permanece como un símbolo de lucha por la justicia y la erradicación de la violencia.