La víctima tendría 10 años. Había comprado la fritura y cuando notó que estaba en mal estado regresó al negocio a quejarse. En el kiosco lo atendió un hombre que probó los chizitos, le dijo que “estaban bien”, le pegó al chico en la cabeza y lo amenazó con un arma blanca.
Según denunció un hombre de Justo Daract, su hijastro, de apenas 10 años, pasó por algo que no se esperaba en un kiosco y que definitivamente nunca va a olvidar. Según trascendió, la criatura había comprado una bolsa de chizitos y, cuando regresó para devolverlos porque percibió que no estaban en buen estado, el comerciante lo tomó como un tema de vida o muerte. Primero le pegó a la criatura, después la amenazó con un cuchillo para que se fuera del local porque los “chizitos estaban bien”.
Sucedió hace unos días, durante la tarde. Pero el denunciante de 38 años se enteró de todo unas horas más tarde, a la noche, cuando regresó de su trabajo. Apenas llegó a la casa, su hijastro le contó que ese día, entre las 17:30 y las 18, había ido a comprar unos chizitos al negocio de calle Sarmiento. Al probar el producto y notar que estaba en mal estado, decidió regresar al comercio para quejarse.
En el negocio lo atendió un hombre robusto y canoso. El kiosquero tomó la bolsa, sacó un chizito, lo comió y le contestó al niño: “Los chizitos están bien. No digas tonterías”. Y se los devolvió.
Pero eso no fue todo. Según denunció el padrastro del nene, el comerciante le pegó con sus manos en la cabeza al chico y le colocó en el estómago un cuchillo de mesa, serrucho, y le ordenó que se fuera de inmediato.