María Del Carmen Olariaga, esposa de Ángel Funes y miembro de la tercera línea del grupo criminal que abastecía de cocaína en la ciudad, fue arrestada luego de permanecer prófuga desde el allanamiento del 21 de mayo. Su pedido de eximición de prisión había sido denegado por el juez federal Juan Carlos Nacul.
La Dirección General de Lucha Contra el Narcotráfico de la Policía de San Luis detuvo en la noche del martes a María Del Carmen Olariaga, buscada desde el miércoles 21 de mayo, cuando un operativo en su domicilio no logró dar con ella. Olariaga es esposa de Ángel Funes, hermano de Diego “El Gaucho” Funes, señalado como líder de la banda criminal que traficaba cocaína en Villa Mercedes.
El pasado 21 de mayo, los uniformados allanaron la vivienda en la que residía con Ángel Funes, pero al ingresar, la mujer ya no estaba. Desde entonces, María Del Carmen tenía pedido de captura a nivel federal por su presunta participación en la organización.
Sus defensores intentaron obtener una eximición de prisión, argumentando que no tenía antecedentes penales y que prometía no eludir a la Justicia. Además, destacaron que es madre de tres menores, el menor de solo un año en período de lactancia. Sin embargo, el juez federal Juan Carlos Nacul rechazó el planteo, obligándola a permanecer prófuga hasta su detención.
El martes por la noche, personal antinarco de la policía provincial finalmente la localizó y arrestó. En las próximas horas será trasladada al Juzgado Federal de San Luis, donde se definirá su situación legal y si se la procesará con prisión preventiva.
La caída de Olariaga representa un golpe significativo a la estructura del “clan familiar” de los Funes, que ya había sido desarticulada en diversas etapas judiciales. La investigación sostiene que, detrás del tráfico de estupefacientes, operaba una red coordinada que involucraba a varios parientes y allegados del líder Diego Funes, detenido tiempo atrás.
Con este nuevo arresto, la fiscalía federal espera completar el cuadro de imputados en la causa que investiga el suministro y comercialización de cocaína en Villa Mercedes, reconstruir la cadena de vínculos delictivos y desarticular los nexos financieros del grupo. La resistencia de Olariaga a entregarse tras el allanamiento constató el riesgo de fuga que el juez Nacul tuvo en cuenta al denegar la eximición de prisión, respaldando la tesis de que su libertad complicaría la marcha del proceso.