El líder de Los Monos ideó estrategias ingeniosas desde la cárcel para mantener el contacto con sus socios, revela la investigación judicial.
El líder de la banda narcotraficante Los Monos, Ariel Máximo “Guille” Cantero, ha sido objeto de una investigación judicial que revela sus sorprendentes tácticas para mantener comunicación con sus socios desde el interior del penal de Marcos Paz. Limitado en sus conversaciones, Cantero ideó diversas estrategias, incluyendo cambiar su orientación sexual y organizar triangulaciones telefónicas, para seguir orquestando ataques desde la cárcel.
La fiscalía y la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) solicitaron medidas restrictivas tras descubrir las maniobras de Cantero, que incluyen la prohibición del uso del teléfono público y la limitación de visitas higiénicas. Jorge Ramírez, alias “Benego”, quien se hizo pasar por su pareja, y Soledad “La gorda” Galarza, una de sus socias, fueron involucrados en estas tácticas.
Cantero sorprendió a sus cómplices al fingir un cambio en su orientación sexual, argumentando que ser bisexual le permitiría recibir más visitas. También implementó la técnica de triangulación de llamadas, utilizando a su hija Triana como intermediaria para comunicarse con otros miembros de la banda. Estas estrategias, descubiertas por las autoridades, llevaron a la prohibición total de comunicación para el líder de Los Monos.