En una audiencia celebrada esta mañana, el juez Alfredo Cuello dispuso la prisión preventiva de Juan Carlos Galvalicio, detenido el viernes tras sustraer productos de un local de lencería erótica. El fallo subrayó la reiterancia delictiva del imputado.
Este lunes se venció la prórroga de detención de Juan Carlos Galvalicio, el hombre detenido el viernes pasado por el robo de tres productos en un sex shop de Villa Mercedes. Durante la audiencia de control que se desarrolló esta mañana, el juez Alfredo Cuello ordenó su prisión preventiva y dispuso su traslado inmediato al Servicio Penitenciario Provincial.
Según detalló la Policía, Galvalicio habría ingresado al local de venta de lencería erótica y, en cuestión de minutos, sustrajo varios objetos de los estantes. El hecho quedó registrado por cámaras de seguridad, lo que permitió a los agentes detenerlo a pocas cuadras, en posesión de los productos que acababa de llevarse.
Debate sobre la calificación del delito
La defensora oficial Nº 3, Cecilia Mithiaux, planteó durante la audiencia la necesidad de cambiar la calificación legal del suceso, al sostener que el bien sustraído no quedó a disposición efectiva de su representado, ya que lo capturaron muy cerca del lugar. Por ello, postuló que se trató de un hurto en grado de tentativa.
En contraposición, el fiscal Leandro Estrada apuntó que el delito fue consumado, ya que Galvalicio dispuso de los objetos robados al menos por unos minutos —lo suficiente, a su criterio, para que el acto pudiera configurarse como un hurto simple.
El juez Cuello, luego de analizar los argumentos y los elementos fácticos, coincidió con la visión del Ministerio Público Fiscal y confirmó los cargos de hurto simple como un hecho consumado.
Reiterancia y medida de coerción
A la hora de fundamentar la prisión preventiva, el MPF alegó, entre otros factores, la reiterancia delictiva y la existencia de otros procesos judiciales que investigan a Galvalicio por delitos de características similares. Esto encuadra en el Art. 203 inc. F. del Código Procesal Penal de la Provincia, que hace hincapié en la conducta reincidente o la propensión a delinquir.
La Defensa argumentó que, durante el proceso, debe primar el principio de libertad y expresó que Galvalicio estaba dispuesto a someterse a un tratamiento. Solicitó que se aplique una medida menos gravosa en lugar de la prisión preventiva. Sin embargo, Cuello consideró el desapego del imputado a las normas penales y optó por conceder al MPF la medida de coerción más severa.
En lo sucesivo, el Ministerio Público Fiscal tendrá que reunir todas las pruebas para formalizar la acusación y, llegado el momento, elevar la causa a juicio oral, determinando definitivamente la responsabilidad del imputado en el robo al sex shop.