Las referentes del Frente Justicialista, Eugenia Catalfamo y Silvia Sosa Araujo, no ocultaron su emoción al finalizar la jornada electoral. Rodeadas de militantes y candidatos, agradecieron el compromiso de quienes, sin recursos económicos ni presiones, sostuvieron una campaña basada en convicción y dignidad.

“Estamos felices porque no le debemos nada a nadie. No hubo plata, no hubo aprietes, hubo militancia y amor por este proyecto”, sentenció Catalfamo desde el escenario, visiblemente emocionada. Su mensaje fue un claro contraste con las viejas prácticas que marcaron el poder político en San Luis, donde el dinero y las estructuras clientelistas eran los principales protagonistas de cada elección.

Silvia Sosa Araujo, quien renovó su banca legislativa, fue contundente: “Nos cuesta mucho poner en palabras lo que sentimos. Ha sido una elección muy valiosa, sin estructura, sin recursos, pero con convicción. El trabajo que hicieron al lado nuestro ha sido importantísimo”.

Catalfamo fue aún más lejos al asegurar que “no se les pagó un peso a los fiscales de nuestro Frente Justicialista. Todo surgió del compromiso”, dejando en evidencia la diferencia con los métodos del poder que se resquebraja.

El simbolismo no pasó desapercibido. En pleno Día del Himno Nacional Argentino, Sosa Araujo recordó que este símbolo está por encima de cualquier partido político, “porque hace a lo que somos como país, como república y como provincia”, subrayando la diferencia entre una campaña de principios y una de chequera que ya no tiene.

Las referentes fueron claras en su llamado a no bajar los brazos: “Sigamos confiando en este proyecto, trabajando con fuerza. Vamos a estar los que queremos estar, los que creemos en una San Luis con futuro”, afirmaron.

El mensaje final fue una sentencia política: la estructura feudal que controló la provincia durante décadas muestra signos de agotamiento. En un escenario donde el poder ya no compra lealtades, las palabras de Catalfamo y Sosa Araujo sonaron como el eco de un cambio que avanza.