En medio de un panorama nacional marcado por la hiperinflación y la incertidumbre económica, el nuevo intendente de San Luis, Gastón Hissa, se encuentra bajo fuerte escrutinio debido a la decisión de despedir a alrededor de 200 empleados municipales, padres y madres de familia con su única fuente de ingresos.
La mano dura de Hissa ha dejado a numerosas familias en una situación desesperada, enfrentando la realidad de no tener ni siquiera lo necesario para alimentar a sus hijos.
Hissa está gobernando con muchísimo odio, bronca y resentimiento. Afirman desde adentro del edificio municipal.
La puerta de la Intendencia se convirtió en el epicentro de la protesta, donde exempleados municipales se manifestaron en busca de ser atendidos por Hissa y, lo que es más importante, ser reincorporados a sus puestos de trabajo. La cifra de despidos ha causado conmoción y angustia, especialmente entre aquellas familias con niños que ahora enfrentan una situación económica crítica.
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) ha tomado un papel destacado en este conflicto, prometiendo luchar contra la “mano dura” de Hissa.
Ante esto, el titular de ATE, Fernando Gatica, dijo: “No vamos a dejar pasar esto como si no pasara nada. Estamos cansados de que tomen a los trabajadores como motín de guerra”.