La Vicepresidenta argentina rechazó el uso de las Fuerzas Armadas en seguridad interna y criticó los aumentos de sueldo para legisladores.
En una reciente declaración, la Vicepresidenta de Argentina, Victoria Villarruel, reafirmó su postura en contra de permitir que las Fuerzas Armadas intervengan en asuntos de seguridad interna, argumentando que su función principal no es combatir a civiles. Esta posición surge en el contexto de un debate sobre una propuesta para modificar la ley de Seguridad Interior que permitiría el accionar de las FFAA en situaciones de crisis interna, como la que se vive en la ciudad de Rosario.
Villarruel destacó que durante la década de 1970, las Fuerzas Armadas combatieron al terrorismo, pero cuestionó el resultado de esas acciones, señalando que muchos de los responsables de dicha lucha terminaron en prisión. Asimismo, enfatizó que el narcotráfico, considerado un enemigo en esta discusión, es tratado como un delito civil para el derecho, lo que refuerza su postura en contra de involucrar a las FFAA en su combate.
La postura de la Vicepresidenta contrasta con la posición de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el ministro de Defensa, Luis Petri, quienes impulsan la modificación de la legislación actual para permitir una mayor intervención de las FFAA en temas de seguridad interna.
Además de este tema, Villarruel también abordó la cuestión de los sueldos de los legisladores, expresando su preocupación por la posibilidad de que solo aquellos con recursos económicos o vinculaciones cuestionables puedan acceder a cargos políticos debido a los bajos salarios. Aunque inicialmente se había aprobado un aumento salarial para los legisladores, la Vicepresidenta retrocedió en esta decisión tras la solicitud del Presidente, reconociendo la difícil situación económica que atraviesa el país y la necesidad de solidaridad por parte de la clase política.