Un brasero encendido intoxicó a una familia; cuatro fueron hospitalizados.
El susto sacudió al barrio ATE 1 de la capital puntana. A las 20.30 del martes, la Policía y el Sempro irrumpieron en una vivienda de la manzana “C” tras una alerta de posible intoxicación con monóxido de carbono.
El brasero, el frío y la tragedia evitada
Según el parte oficial, el dueño de casa —un jubilado de 76 años— había prendido un brasero metálico para mitigar el frío. En el interior estaban su esposa (68), su hija (39), un yerno y dos adolescentes. El brasero consumió oxígeno y liberó monóxido: el gas incoloro que adormece, aturde y, en silencio, mata.
Una amiga de la familia, al no recibir respuesta telefónica, avisó al hijo mayor, quien llegó, forzó la entrada y encontró a sus padres y a su hermana descompensados. Llamó al 911.
Asistencia inmediata y derivaciones
El personal del Sempro ventiló el ambiente y asistió a las víctimas con oxígeno suplementario.
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Hospital del Norte: el matrimonio de 76 y 68 años, estable.
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Hospital Central “Ramón Carrillo”: la hija (39) y una nieta (17), en observación.
Las otras dos personas no necesitaron internación.
Recomendaciones y contexto
Bomberos y Defensa Civil recordaron que el monóxido:
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No se huele, no se ve, no irrita.
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Produce dolor de cabeza, náuseas y somnolencia.
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Puede ser letal en minutos en espacios cerrados.
La policía labró un acta preventiva y alertó sobre el uso de braseros o estufas a leña sin ventilación adecuada, un hábito que se repite cada invierno en San Luis y que ya dejó víctimas fatales en temporadas anteriores.