El obispo, Gabriel Barba, presidirá una misa el 7 de septiembre. La devoción crece año a año.
Alegría, fe, esperanza, y el crecimiento de una comunidad unida por la devoción. Hoy se cumplen 30 años desde que la Virgen María de la Cobrera se apareció en sueños a Miguel Ángel Escudero, ex jefe de la Policía de la Provincia. Para conmemorar esta fecha especial, el obispo Gabriel Barba encabezará una misa este sábado en el predio cercano a Paso del Rey, donde se espera una multitud de fieles.
Era el 3 de septiembre de 1994 cuando Miguel Ángel Escudero vivió una experiencia que cambiaría su vida y la de miles para siempre. En una serie de sueños, la Virgen se reveló ante él con un mensaje claro: guardar silencio sobre las visiones. Durante 15 años, Escudero mantuvo su secreto, sin imaginar que esos sueños forjarían la fe de toda una provincia.
Los primeros milagros nacieron en el corazón de la familia de Escudero. Su esposa, postrada durante ocho largos meses por una enfermedad grave, se recuperó milagrosamente y vivió ocho años más, tiempo en el cual también experimentó las visiones de la Virgen. En agradecimiento, consultó a la Virgen sobre cómo devolver el favor divino, y la respuesta fue clara: construir una imagen de 1,30 metros.
Un día de enero, guiados por lo que parecía ser una mano invisible, Escudero y su esposa se dirigieron al río de Cañada Honda, cerca de Paso del Rey. En el camino, ayudaron a una mujer con tres niños y un perro, dejándola en el lugar donde, hoy, se encuentra la imagen. Al volver, 20 días después, se encontraron nuevamente con la misteriosa señora. Algo especial ocurría en ese lugar, como si cada paso estuviera guiado por una fuerza superior.
La Virgen no solo dio instrucciones claras sobre el tamaño de su imagen, sino también sobre su nombre: “Cobrera”, en honor a la región que la acogió. La imagen, creada por el escultor Walter Lucero, se convirtió en un símbolo de resistencia, hecha con resinas capaces de soportar el calor abrasador y el frío más cruel.
El primer refugio, humilde y de piedra, fue testigo del paso del tiempo y las inclemencias de la naturaleza. Con el techo arqueado por los vientos y el sol, fue reemplazado por uno de chapa, hasta que el Gobierno provincial construyó una moderna edificación en forma de cruz, revestida en piedra, con ventanales y 12 columnas, representando a los apóstoles. Un trabajo que comenzó en 2019 y que sigue elevando la devoción a nuevos horizontes.
Al principio, la Iglesia observó con cautela. En 2017, el entonces obispo Pedro Martínez designó una comisión eclesiástica para estudiar la autenticidad de los hechos, manteniendo una prudente distancia con la asociación responsable del predio. Pero con la llegada de Gabriel Barba, todo cambió. La Iglesia abrió sus brazos a los fieles, y en 2022, monseñor Barba ofició la primera misa en el predio, marcando un antes y un después en la historia de esta devoción.
Hoy, la fe no se detiene. El próximo 7 de septiembre, miles de devotos se congregarán para celebrar tres décadas de una aparición que transformó vidas, unió corazones y fortaleció la fe de toda una comunidad. A las 16, comenzará la procesión y el rezo del santo rosario, seguido por una misa a las 17 y una cantata en honor a la Virgen de la Cobrera.
Este sábado será una jornada de emoción y gratitud, un testimonio de que la fe, en su forma más pura, siempre encuentra el camino para crecer.