En solo un año, el Plan Provincial ‘Queremos Aprender’ logró que más del 70% de los estudiantes de segundo y tercer grado alcance los niveles mínimos esperados de lectura y escritura.
Un año atrás, apenas el 35% de los alumnos de segundo y tercer grado en San Luis comprendía lo que leía. Hoy, esa cifra se ha duplicado. Según las evaluaciones diagnósticas realizadas por el Ministerio de Educación en abril, más del 70% de los chicos alcanzó los niveles esperados de comprensión lectora y escritura, consolidando un avance significativo en el marco del Plan Provincial de Alfabetización ‘Queremos Aprender’.
Impulsado por una fuerte decisión política del gobernador Claudio Poggi, el programa movilizó a toda la comunidad educativa provincial, con el compromiso de directivos y docentes de nivel inicial y primario que asumieron la tarea de mejorar los índices de alfabetización.
En segundo grado, el 73% de los estudiantes demostró comprender lo que lee, y el 61% alcanzó niveles esperados en escritura. En tercer grado, el 70% logró comprender textos, mientras que el 59% alcanzó el objetivo en producción escrita. Estos indicadores contrastan fuertemente con los de abril de 2024, cuando solo 1 de cada 3 chicos comprendía un texto y apenas el 25% podía escribir oraciones correctamente.
Además, se observaron mejoras en primer grado, con un incremento del 13% en los resultados, gracias al trabajo en motricidad fina, trazado, conciencia fonológica e identificación de vocales.
A partir de estos avances, el Ministerio de Educación reforzará varias líneas del plan: ampliará la entrega de materiales pedagógicos a las salas de 4 años y al segundo ciclo del nivel primario, cubriendo así desde el nivel inicial hasta sexto grado. También continuará con las capacitaciones docentes con puntaje, centradas en el uso de los cuatro tipos de letra, la producción de textos, la gramática y, sobre todo, la comprensión lectora e inferencial.
El programa ‘Queremos Aprender’ no solo se convirtió en una política pública efectiva, sino también en una muestra de que, con planificación, acompañamiento y voluntad, revertir situaciones educativas críticas es posible.