El director de Epidemiología y Bioestadística del ministerio de Salud insistió en las medidas de cuidado personal ante el virus. En la provincia hay 1.004 casos autóctonos y 114 importados.
San Luis no es ajena a la epidemia de dengue que azota al país, por lo que las medidas de cuidado personal y la prevención también durante el invierno son claves para combatirlo, aseguró este viernes Edgar Ribba, director de Epidemiología y Bioestadística del ministerio de Salud. En una conferencia de prensa en Terrazas del Portezuelo, el funcionario informó que actualmente San Luis registra 1.004 casos autóctonos y 114 importados.
“Es una enfermedad dinámica. Todos los días hay casos nuevos, autóctonos e importados. En la actualidad tenemos 1.004 y 114 respectivamente, y Villa Mercedes concentra el 70% de los casos autóctonos, es la ciudad más complicada que tenemos. En la ciudad de San Luis hay 102 casos distribuidos en distintos barrios identificados, no así en Villa Mercedes, donde prácticamente toda la ciudad está bajo la circulación autóctona del vector”, informó el funcionario. También dijo que el pico de casos registrado desde agosto del año pasado a la fecha fue hace dos semanas, que la pasada entró en una meseta y que esta se mantuvo estable, sin aumentos.
En referencia a la detección y el seguimiento de pacientes que lleva adelante Salud, Ribba mencionó que un paciente con síntomas que vive en una zona con foco activo detectado es diagnosticado como positivo, no así el vecino que no está en una zona de influencia demarcada. Este último sí es sometido a un test. En el último caso, las autoridades hacen un relevamiento del barrio o zona para detectar cuadros febriles y se realiza una fumigación que abarca ocho cuadras a la redonda, que es la distancia que puede volar el mosquito.
El referente de Salud explicó que existen cuatro serotipos de dengue y que en la provincia solo circulan dos. También que entre el 85% y el 90% de los casos son asintomáticos y no requieren internación y que apenas un 1,5% deriva en cuadros graves.
Al margen de la efectividad que tiene la fumigación con termoniebla, Ribba destacó como medida fundamental de prevención el uso de repelentes, de remeras y pantalones largos de color claro; y del desmalezado y descacharrado hogareño. “Las medidas domiciliarias son las más importantes, el saneamiento ambiental domiciliario, mantener los pastos cortos, el descacharrado, y si no se puede tirar el cacharro se debe continuamente cambiar el agua y cepillarlo”, ya que el mosquito pone huevos y larvas en los bordes entre una superficie dura y el agua. “Esa larva o huevo puede vivir un año en condiciones de extrema temperatura y sequedad. Luego, cuando empieza a elevarse la temperatura y aumentan las precipitaciones, esos huevos eclosionan y aparecen nuevos mosquitos adultos que pueden estar infectados. Entonces la idea principal es que en el invierno no se bajen los brazos; que en el invierno se siga haciendo el descacharrado, se siga cuidando el domicilio para que el año que viene tengamos menos población de mosquitos adultos circulante y menos posibilidad de que haga su efecto el dengue”.