Mariela Araujo, de 45 años, enfrenta una situación desesperada. Vive junto a su hija Nayeli, de 10 años, en condiciones extremas, durmiendo en el piso de una precaria pieza prestada en el barrio Eva Perón II de Villa Mercedes.
Su pedido es simple pero urgente: un trabajo que le permita salir adelante.
Desde hace cuatro años, Mariela lucha por reconstruir su vida tras escapar de su expareja, quien la golpeaba y acosaba en Río Cuarto, Córdoba. Llegó a Villa Mercedes con la esperanza de encontrar un refugio junto a una tía, pero su situación se complicó aún más tras la muerte de su familiar.
Una lucha diaria por sobrevivir
“Lo que más quiero es un trabajo para poder progresar y darle a mi hija lo que necesita. Ella va a la escuela con zapatillas sin suelas, tenemos muy poca ropa, y a veces ni siquiera nos alcanza para comer”, relató Mariela. La mujer, que tuvo que abandonar una vivienda prestada en calle Bélgica porque los dueños la necesitan, teme quedarse sin lugar donde dormir.
Mariela está dispuesta a hacer cualquier tipo de trabajo. Tiene experiencia en atención al público, en limpieza, y asegura que puede realizar cualquier tarea que se le ofrezca. “Necesito trabajar, aunque sea por hora. Quiero mantenerme positiva y pensar que algo va a salir”, afirmó con esperanza.
Condiciones inhumanas y falta de ayuda
La precaria situación en la que viven Mariela y Nayeli las ha expuesto a serios riesgos de salud. “El jueves tuve que llevar a mi hija al hospital porque tuvo una reacción alérgica grave. Su cara se puso roja, las orejas se le hincharon y le salieron ronchas por todo el cuerpo”, explicó. La reacción fue causada, probablemente, por algún insecto o microorganismo en el lugar donde duermen.
A pesar de haber solicitado ayuda al Municipio y a servicios sociales, hasta ahora ha encontrado solo indiferencia y burocracia. “De un lugar me mandan al otro, y cuando llego, me vuelven a mandar de nuevo. Estoy en un estado muy vulnerable”, lamentó. Mariela ha recurrido incluso a vender pan casero en la calle para conseguir lo mínimo para sobrevivir con su hija.
Un pedido urgente: ayuda para salir adelante
En la pieza donde viven, no hay cocina ni electrodomésticos; sobreviven con un anafe improvisado. “Necesitamos calzado, abrigos, colchones, colchas y una cama. Pero más que nada, necesito un trabajo para salir de esta situación”, expresó Mariela. Agradeció a los vecinos del barrio Eva Perón que la ayudan a sobrellevar cada día, aunque sabe que esa ayuda no es suficiente para cambiar su realidad.
“Tengo miedo de que quedemos solas en la calle”, confesó con desesperación. “A veces tengo para comer, a veces no. He tenido que pedir pan duro a los vecinos o en algún kiosco. Entiendo que la economía está mal para todos, pero siento que esto ya se me escapa de las manos”, añadió, en referencia a su lucha diaria por mantener a su hija a salvo y con un techo.
Cómo colaborar
Para quienes puedan ofrecer ayuda, Mariela puede ser contactada al número 3585706540. También recibe colaboraciones a través de Mercado Pago en la cuenta “marielasilvalanaaraujo”. Sin embargo, lo que más necesita es una oportunidad de trabajo que le permita a ella y a su hija un futuro más digno.