Estadísticas oficiales revelan el descontrol económico dejado por el ex gobernador, impactando en la gestión actual
El reciente reporte de la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales del Ministerio de Economía puso en evidencia la crítica situación fiscal que atraviesa la provincia de San Luis. Bajo el mandato del ex gobernador Alberto Rodríguez Saá, la administración provincial acumuló un déficit fiscal significativo, convirtiéndola en la jurisdicción con el peor desempeño en la gestión de recursos en todo el país.
Según las estadísticas gubernamentales, San Luis cerró el tercer trimestre de 2023 con un déficit del 24,6%, liderando el ranking de las siete provincias que gestionaron deficientemente el gasto público. Los números revelan que los ingresos de la provincia ascendieron a $273.986 millones, mientras que los gastos alcanzaron los $341.400 millones, dejando un saldo negativo de -$67.415 millones.
Martín Polo, consultor económico y jefe de Estrategia de Cohen Aliados Financieros, realizó un análisis detallado del panorama fiscal de cada distrito, destacando que además de San Luis, provincias como Chaco y Tucumán también exhibieron desfases significativos en sus cuentas.
El descontrol financiero en San Luis fue una constante a lo largo del tiempo, con un gasto desmesurado que superaba ampliamente los ingresos disponibles. Esta situación, heredada por la gestión actual encabezada por Claudio Poggi, desencadenó una crisis financiera y económica en la provincia.
El déficit fiscal alcanzó niveles preocupantes, con la necesidad de recurrir a préstamos y títulos del juicio Nación-Provincia para cubrir compromisos financieros. El descalabro financiero se agravó durante el año electoral, con un aumento significativo en los gastos y préstamos, dejando a la provincia al borde del colapso económico hacia finales del año.
Los informes oficiales muestran una tendencia preocupante en los últimos años, con déficits que fueron en aumento: en 2022 fue de $7.172 millones, en 2021 alcanzó los $9.117 millones, en 2020 llegó a $4.173 millones y en 2019 se situó en $5.401 millones. Estos datos reflejan una gestión económica insostenible que dejó a San Luis en una situación financiera crítica.