Los bomberos de La Carolina no tienen movilidad propia. Apagaron un incendio en Cerros Largos y regresaron en colectivo tras caminar 30 km.
Ni en la otra, ni en esta gestión: Los bomberos voluntarios de La Carolina siguen sin tener un vehículo para responder a emergencias. Este miércoles volvieron a exponer su vocación y su abandono: tras combatir un incendio forestal en el Parque de Cerros Largos, debieron regresar al cuartel en colectivo de línea, como cualquier pasajero más.
La emergencia se desató frente a la escuela rural de la zona, a causa de la caída de un poste eléctrico. El fuego alcanzó cerca de 5 hectáreas y puso en riesgo de interfaz a la comunidad. A pesar de la precariedad, los bomberos trabajaron codo a codo con vecinos, personal de La Toma y efectivos policiales. Lograron controlar el foco sin que se registraran daños mayores, salvo alambrados y pastizales.
No es la primera vez que los voluntarios de La Carolina quedan a pie. Según declaró su jefe, Alejandro Quiroga, en Radio Nacional San Luis, llevan más de seis años reclamando una unidad móvil. La falta de transporte propio retrasa cada salida y pone en riesgo vidas y bienes.
Ese día, para llegar al incendio, debieron recorrer 30 kilómetros hasta Cerros Largos, gracias a la colaboración desinteresada de una vecina, Leyris Claudia, quien los trasladó en su vehículo. Al regreso, la línea de transporte público local se solidarizó y los llevó de vuelta al cuartel sin cobrarles un centavo.
“Gracias de corazón a quienes nos dieron una mano. Pero no podemos seguir dependiendo de la buena voluntad para cumplir con nuestro deber”, dijeron desde la institución a través de un posteo en redes sociales.
La situación expone la desigualdad con la que operan los cuerpos de bomberos del interior, muchos de ellos relegados, sin equipamiento ni movilidad, y sostenidos solo por el compromiso de quienes integran sus filas.