El Ministerio de Seguridad de San Luis detalla las maniobras más frecuentes —phishing, vishing, smishing, clonación de tarjetas, secuestros virtuales y el clásico “cuento del tío”— y apunta a la prevención con un decálogo de recomendaciones básicas para no convertirse en la próxima víctima.
El delito también evolucionó. Mientras la vida cotidiana gira cada vez más en torno a la pantalla del celular o la computadora, las estafas virtuales crecen a la misma velocidad. Ante la escalada de fraudes online, el Ministerio de Seguridad de San Luis lanzó una campaña de alerta y capacitación ciudadana: conocer el truco antes de que ocurra es la única vacuna eficaz.
Las seis modalidades que más se repiten
Nombre del engaño | Cómo funciona | Qué buscan |
---|---|---|
Phishing | Llega un correo “oficial” (banco, AFIP, Anses) con un enlace o adjunto. | Usuario y contraseña, o claves bancarias. |
Vishing | Llamada telefónica donde un falso operador de tarjeta o billetera virtual “verifica” datos. | Información confidencial o transferencia inmediata. |
Smishing | SMS o WhatsApp que anuncia premios, becas o subsidios y pide hacer clic. | Datos personales y bancarios. |
Clonación de tarjetas (skimming) | Lectores ocultos en cajeros o comercios copian la banda magnética. | Replicar la tarjeta y vaciar la cuenta. |
Secuestro virtual | Llamada nocturna; una voz asegura tener retenido a un familiar y exige rescate. | Dinero rápido mediante extorsión emocional. |
Cuento del tío | “Empleado” del banco o “familiar” pide el cambio de billetes o el ingreso al domicilio. | Efectivo, joyas o información sensible. |
Manual mínimo de autoprotección
Nunca compartas contraseñas ni fotos de tarjetas por teléfono, mail o redes.
No hagas clic en enlaces que parezcan sospechosos, aunque lleven el logo del banco.
Activa la verificación en dos pasos en cada cuenta (correo, homebanking, billetera virtual).
Supervisá tu tarjeta: que el plástico no se pierda de tu vista en comercios.
En la agenda del celular, evitá nombres como “Mamá” o “Abuelo”: son un GPS emocional para el secuestrador virtual.
Si una voz dice tener a un familiar, cortá la llamada, llamalo directo y avisá al 911.
Protegé el dispositivo con pin, huella o reconocimiento facial.
Actualizá el antivirus: las brechas viejas son puertas abiertas.
Revisá tus movimientos bancarios a diario; cuanto antes detectes la operación fraudulenta, más fácil es revertirla.
Desconfiá de las urgencias: el apuro es la herramienta favorita del estafador.
Si ya fuiste víctima
Llamá al 911 de inmediato.
Denunciá en la fiscalía o por los canales digitales habilitados.
Guardá capturas, mails y números: son pruebas.
No sigas el diálogo con el estafador; direccioná toda la comunicación a la Policía.
Moraleja: en la era digital, la contraseña más segura sigue siendo la prevención. El delincuente virtual solo necesita un clic de tu parte; vos necesitás un segundo de sospecha para dejarlo con las manos vacías.