Con la presencia del gobernador Claudio Poggi y funcionarios provinciales, la Escuela Técnica N.º 4 ‘Fray Luis Beltrán’ de la capital puntana sumó 67 nuevas bicicletas del Plan TuBi. Estudiantes y docentes destacaron el valor económico y formativo de contar con movilidad propia en tiempos de bolsillos ajustados.
Un revuelo de cascos y uniformes prolijos invadió, desde bien temprano, el patio de la Escuela Técnica N.º 4 ‘Fray Luis Beltrán’. Para los 67 estudiantes de 5.º año —la promoción que está a un paso de egresar—, el miércoles no fue una jornada cualquiera: cada uno se llevó a casa la bicicleta del Plan TuBi, relanzado por el Gobierno provincial con la promesa de ampliar la movilidad sustentable entre los secundarios.
Frente a la fila ordenada de rodados recién salidos de fábrica, Serena Albornoz Rojas y Paula Alcaraz no ocultaron la alegría:
“No cualquiera puede comprarse hoy una bicicleta nueva; es un orgullo tenerla”, dijo Paula.
“Había recibido la computadora del Gobierno, pero nunca una TuBi. Ahora vamos a venir en bici al cole”, añadió Serena, mientras ajustaba el casco que le entregaron junto al rodado.
El acto fue encabezado por el gobernador Claudio Poggi; el ministro de Educación, Guillermo Araujo; el secretario de Transporte, Víctor Cianchino, y el intendente capitalino, Gastón Hissa. Con esta entrega, la cifra de bicicletas distribuidas en la provincia asciende a 2.282.
Historias sobre dos ruedas
Entre los alumnos de cursos inferiores que miraban con algo de envidia sana, Sebastián Venecia, de 4.º año, recordó que la primera edición del plan —hace más de una década— ya cambió la logística familiar:
“A mi hermano le dieron una TuBi, la usó para venir todos los días y ahora la heredé yo. Me muevo por todos lados”, comentó, exhibiendo un modelo antiguo con los colores de aquella tanda inicial.
El joven confía en que su nombre figure pronto en la lista de beneficiarios de la nueva partida:
“Muchos compañeros no tienen bici; esto les facilita llegar y abarata todo”.
Una herramienta pedagógica y de salud
Detrás del entusiasmo estudiantil, la preceptora y profesora de Educación Física Anahí Morales destacó la utilidad concreta:
“Al ser una escuela rodeada de barrios, la forma más fácil y barata de llegar es en bicicleta. Fomentamos el pedaleo porque es actividad física y, al mismo tiempo, una solución de transporte”.
La docente contó un detalle revelador: la expectativa infló la asistencia perfecta.
“Hoy no faltó nadie: estaban puntuales, prolijos y felices. Eso ya dice mucho”.
Un impacto que va más allá del aula
El gobernador Poggi subrayó que el programa busca “un doble objetivo: movilidad y hábitos saludables”, en un momento en que los precios de la canasta familiar hacen que “sumar un vehículo de dos ruedas resulte imposible para muchos hogares”. Por eso, remarcó, “el desafío es sostener la entrega y el mantenimiento”.
Antes de retirarse con sus bicis a estrenar —algunas con canasto, otras con portaequipaje— los alumnos dejaron un mensaje a quienes aún esperan su turno. Lo sintetizó Paula Alcaraz:
“Cuando les llegue, cuídenla y valórenla. No es algo que se consiga todos los años”.
En tiempos donde “llegar a fin de mes” se vuelve consigna diaria, un cuadro, dos ruedas y un casco pueden marcar la diferencia entre faltar o asistir. Al menos, así lo celebran los nuevos ciclistas de la ‘Fray Luis Beltrán’.