En Renca, el ministro Gonzalo Amondarain encabezó un acto en la Plaza de los Granaderos Puntanos para celebrar el 230° aniversario del natalicio de Juan Pascual Pringles y rendir homenaje a los granaderos Gregorio Franco, Basilio Bustos y Januario Luna, caídos en la Batalla de San Lorenzo.
El solemne acto arrancó al alba, cuando los cadetes del Instituto Superior de Seguridad Pública ‘Juan Pascual Pringles’ descendieron del Santuario con el Cristo de Renca, al son de las campanas, para instalar la imagen junto al busto de Pringles en la plaza que lleva su nombre. El clima fresco de la mañana contrastó con el cálido homenaje que reunió a vecinos, docentes, estudiantes y representantes de instituciones locales.
El ministro de Gobierno, Gonzalo Amondarain, y la intendenta Romina Peralta presidieron la ceremonia. Ambos depositaron sendas ofrendas florales ante el monumento al coronel pontano, mientras un minuto de silencio recordaba el sacrificio de los tres granaderos nativos de Renca: Gregorio Franco, Basilio Bustos y Januario Luna. El sacerdote Tomás Claus Barón ofreció la invocación religiosa antes de que Amondarain tomara la palabra.
“Renca no es un punto más en el mapa de nuestra provincia. Es símbolo viviente de nuestra identidad, cuna de gobernadores, de héroes y de fe”, afirmó el ministro. “Al honrar a Pringles y a sus granaderos, renovamos el compromiso con los valores que ellos defendieron: coraje, lealtad y sacrificio por el bien común”.
A continuación, la Banda de la Policía de la Provincia interpretó marchas militares mientras el Cristo de Renca se erguía de anfitrión, fundiendo el repique de campanas con el clarín marcial. Luego, la academia de danzas locales presentó una obra de danza folclórica que evocó las llanuras puntanas y la gesta libertadora.
El punto culminante fue el desfile cívico-militar por la calle principal de la localidad. Participaron estudiantes de escuelas primarias y secundarias, excombatientes del Valle de Conlara, efectivos de la Policía, bomberos y agrupaciones tradicionalistas, vestidos con trajes de época y banderas argentinas. El paso firme de la juventud mercedina y el brillo del uniforme policial recordaron que aquel acto de bravura en San Lorenzo sigue vivo en la memoria colectiva.
Entre los asistentes se contó con el ministro de Desarrollo Humano, Gustavo Bertolini; el ministro de Ética Pública y Control de Gestión, Ricardo Bazla; el director de Inclusión Social, Juan Pablo Torres; y los intendentes de municipios vecinos, que se sumaron al homenaje.
Al cierre, la comunidad de Renca se comprometió a preservar este legado histórico. Bajo el sol que ya calentaba la mañana, los vecinos conversaban sobre la importancia de transmitir ese valor heroico a las próximas generaciones. En un rincón de la plaza, un grupo de alumnos depositó flores frescas junto al Cristo de Renca, simbolizando la continuidad de su fe y gratitud hacia los próceres puntanos.
Con este acto, Renca refrendó su condición de “puerta de héroes”, donde Pringles y sus granaderos encuentran cada año renovado homenaje, y donde late, más fuerte que nunca, el orgullo de ser sanluiseños.