El técnico José Luis Rebaliatti es uno de los profesionales que ya trabaja en Serranías Puntanas y Mirador del Portezuelo. Cuenta que la iniciativa provincial le multiplicó los pedidos y que los trámites “son tan ágiles que la conexión llega en semanas”. El plan, con cuotas fijas, sigue abierto hasta el 30 de abril de 2025.
Cuando el Gobierno lanzó “Chau Garrafa” en febrero, el objetivo era claro: transformar las redes de gas que llevan años tendidas –pero sin uso– en calor real para miles de casas. Poco más de dos meses después, el efecto colateral es palpable: los gasistas matriculados, como José Luis Rebaliatti (matr. 32426), trabajan a doble turno para cubrir la demanda.
“Reorganicé toda la agenda. Pasé de hacer una instalación cada tanto a tener varias por día”, admite el técnico mientras ultima detalles en una vivienda del barrio Serranías Puntanas, al sur de la capital. En paralelo, coordina otro equipo en Mirador del Portezuelo, donde el programa también avanza.
Trámite exprés y sin gestión para el vecino
La clave, explica Rebaliatti, es que el Estado provincial centralizó la parte burocrática y financia –con 10 cuotas fijas de $35 000 en la factura de Ecogas– la obra completa (caños internos, gabinete, mano de obra y habilitación). “El frentista firma el formulario y se olvida: en dos o tres semanas está prendiendo la hornalla”, grafica.
El impacto se nota en los barrios:
Serranías Puntanas (etapa 1) y Mirador están en plena ejecución.
En el interior, arrancaron conexiones en Quines, Merlo, Potrero de los Funes y los barrios del Este de Villa Mercedes.
Con el registro abierto hasta el 30 de abril de 2025, el Ministerio de Desarrollo Productivo espera sumar más localidades a medida que Ecogas libere cupos de red.
Oportunidad para la matrícula local
“Es propaganda gratis y, encima, paga bien”, resume Rebaliatti. La inscripción —presencial, con matrícula vigente— se hace en tres puntos (San Luis, Villa Mercedes y Merlo). Cada gasista ingresa al sistema y toma los pedidos según zona.
La dinámica genera un círculo virtuoso:
El vecino accede a gas natural sin desembolso inicial.
El profesional asegura trabajo constante y pago garantizado.
La provincia reduce subsidios a la garrafa, mejora el ambiente y dinamiza oficios.
Historias de estufas que se encienden
En una esquina de Serranías, Rosa Medina festeja el fin de los tubos: “En invierno gastaba tres garrafas por mes; ahora voy a tener calor y voy a pagar lo mismo en cuotas”. Dos casas más allá, Luis Bustos ya tapó el nicho verde del medidor con ladrillos a la vista: “Lo soñamos desde que entregaron las viviendas en 2015”.
Próxima meta: más barrios y nuevos rubros
Desde la cartera que conduce Federico Trombotto adelantan que, tras la primera ola de conexiones, se abrirá un registro de gasistas ayudantes para acelerar obras y capacitar mano de obra joven. También analizan un esquema similar para redes de cloacas y agua potable donde la infraestructura ya existe.
“Cuando ves al vecino girar la llave y escuchar el ruido del gas, entendés que valió la pena”, cierra Rebaliatti antes de pasar al siguiente domicilio. Su teléfono no deja de sonar: la lista de espera crece y el invierno está a la vuelta de la esquina.
Cómo inscribirse
Vecinos: trámite on‑line en chaugarrafa.sanluis.gov.ar.
Gasistas matriculados: inscripción presencial
San Luis: Edificio Norte, Casa de Gobierno.
Villa Mercedes: Curupaytí y 9 de Julio.
Merlo: Terminal de Ómnibus, Personería Jurídica.
Con “Chau Garrafa”, la garrafa se guarda y el gas de red llega —por fin— a la hornalla.