El comisario inspector Rubén Alcaraz confirmó que 890 efectivos controlarán los accesos a Villa de la Quebrada y Renca durante las festividades religiosas. Las multas por alcoholemia irán de $450.000 a $4.500.000 y, si no hay un conductor habilitado, el rodado quedará secuestrado.
Con la llegada de la tradicional festividad religiosa del Cristo de la Quebrada y del Señor de Renca, el Ministerio de Seguridad provincial desplegará el operativo de tránsito y prevención más exigente de los últimos años. “Habrá tolerancia cero al alcohol al volante”, subrayó el comisario inspector Rubén Alcaraz, quien precisó que 600 policías cubrirán Villa de la Quebrada y 290 harán lo propio en Renca, totalizando 890 efectivos.
Los puestos fijos y móviles estarán ubicados en los ingresos por la Autopista 25 de Mayo (ruta provincial 3) y la ruta 146. Allí, los conductores deberán exhibir DNI, licencia de conducir, seguro vigente y someterse a controles de alcoholemia. También se verificarán luces encendidas y elementos de seguridad obligatorios.
“Las penalidades por manejar alcoholizado van de 300 a 3.000 unidades tributarias; traducido a valores actuales eso significa multas que oscilan entre $450.000 y $4.500.000”, detalló Alcaraz.
La escala se basa en la unidad tributaria multiplicada por el precio del litro de nafta premium. Si el conductor supera el límite permitido y no hay un acompañante habilitado a tomar el volante, la Policía procederá al secuestro del vehículo, que quedará a disposición de la unidad fiscal correspondiente.
La fuerza recordó además que, durante los días más críticos de peregrinación, se realizarán cortes parciales y desvíos para ordenar el flujo vehicular y garantizar zonas de estacionamiento. Las autoridades instaron a planificar el viaje con tiempo, portar documentación completa y abstenerse de consumir alcohol antes de ponerse al volante: “El objetivo no es recaudar, sino preservar la vida de los fieles y de quienes transitan por nuestras rutas”, concluyó Alcaraz.