Padilla dirigió con mano de hierro varias instituciones eclesiásticas de la provincia. Fue denunciado por abusos sexuales en La Pampa. En el juicio fue absuelto por el beneficio de la duda.
La muerte de José Miguel Padilla a los 70 años cierra un capítulo complejo en la historia religiosa de San Luis. Conocido por su carácter firme y su presencia dominante, el sacerdote pasó sus últimos días en el Centro Oncológico San Luis, luchando contra un cáncer que lo consumió lentamente. Refugiado en la fe y rodeado de seguidores que lo acompañaron hasta el final, Padilla dejó un legado lleno de claroscuros.
Padilla fue absuelto de las denuncias por abuso sexual que pesaban en su contra, pero su figura nunca escapó de la polémica. Durante su carrera, el sacerdote estuvo involucrado en varios episodios que dividieron a la comunidad. Capellán del Ejército Argentino en San Luis durante la dictadura, su imagen quedó registrada en el levantamiento carapintada de 1987, y fue un fiel colaborador del obispo Juan Rodolfo Laise, acusado de crímenes de lesa humanidad.
En su paso por la parroquia del Carmen y el seminario de El Volcán, Padilla generó un fuerte vínculo con sus seguidores, pero también fue cuestionado por brindar apoyo a Oscar Bianchi, acusado de violar y asesinar a la pequeña Jimena Hernández en Buenos Aires en 1988, un caso que conmocionó a todo el país y que prescribió en la impunidad.
El sacerdote encontró su lugar en Intendente Alvear, La Pampa, donde su llegada generó una revolución. Renovó la capilla y fundó la “Fraternidad de Belén”, ganándose el respeto de la comunidad. Sin embargo, la sombra de la controversia lo siguió hasta sus últimos días, cuando las acusaciones por abuso de un seminarista —hechos que habrían ocurrido entre 2014 y 2015— llevaron su caso a juicio en mayo de 2023. Padilla fue absuelto por el beneficio de la duda, pero la mancha en su trayectoria nunca desapareció del todo.
En sus últimos días, Padilla mantuvo su espíritu de líder, compartiendo audios llamados “Un minuto para el alma” desde su lecho en el centro oncológico. Hoy, la noticia de su fallecimiento divide a quienes lo consideraban un hombre de Dios y a quienes recuerdan su participación en episodios oscuros.
Mañana, a las 9, comenzará su velorio en la parroquia del Carmen, seguido por una misa en su honor a las 11. El cuerpo será trasladado luego al cementerio San José, cerrando así un ciclo que dejó huella en la historia religiosa y social de San Luis.