Diez años después de la desaparición de Roque Abel Ortiz, tres personas serán juzgadas por asociación ilícita, en un caso que podría arrojar luz sobre el paradero del hombre desaparecido.
Desaparición de Roque Abel Ortiz: El Tribunal aún debe definir la fecha del juicio oral, luego de que las partes ofrecieran las pruebas a ser evaluadas. Para el Ministerio Público Fiscal (MPF), la conducta de los acusados está directamente relacionada con la desaparición de Ortiz.
Los implicados: una red criminal en la mira
Alejandra Espinosa, Marcelo Acevedo y María del Carmen Vázquez, los tres imputados, enfrentan cargos por su presunta participación en una organización delictiva. Según la acusación del MPF, esta red criminal estaría involucrada en diversos delitos, incluido el secuestro de Ortiz, y tendría como uno de sus líderes a un alto funcionario policial.
Marcelo Acevedo, entonces jefe de la Comisaría 9° de Villa Mercedes, es señalado como uno de los “organizadores” de la red. Se le acusa de utilizar su posición para facilitar la comisión de delitos, tanto dentro como fuera de su dependencia. Alejandra Espinosa, otra de las acusadas, es descrita como un nexo directo con personas que ejecutaban los ilícitos bajo la protección de Acevedo. Las pruebas indican que Espinosa gozaba de “zonas liberadas” para cometer delitos, y está procesada por un ataque con arma de fuego contra Agustín Figueroa, otro hecho que suma peso a su prontuario.
Los cargos presentados por el MPF incluyen incumplimiento de deberes de funcionario público, abuso de autoridad, peculado, encubrimiento, encubrimiento agravado e instigación a cometer delitos. La fiscalía sostiene que la conducta de los acusados como miembros de esta asociación ilícita tiene suficiente entidad para “alterar el orden público”, y que la participación de un funcionario de alto rango policial agrava aún más la situación.
Una investigación con décadas de sospechas
La desaparición de Ortiz en septiembre de 2014 fue el punto de partida de una investigación que reveló una red de delitos organizados. Espinosa, quien fue pareja de Ortiz y la última persona en verlo con vida, fue procesada en 2015 como presunta autora del homicidio calificado por haber mantenido una relación de pareja. Vázquez, por su parte, fue acusada como partícipe secundaria del mismo delito, mientras que Acevedo fue señalado como coautor.
A pesar de estas imputaciones, todos los acusados quedaron en libertad hasta que Espinosa fue nuevamente detenida, esta vez por un intento de homicidio en 2014. Sin embargo, la investigación original continuó y ahora, tras casi una década de idas y vueltas judiciales, se espera que el juicio oral determine su responsabilidad en la desaparición de Ortiz.
Una familia en busca de justicia
Bautista Rivadera, abogado de la familia de Ortiz, exige una resolución pronta. “Es momento de que tengamos una instancia de juicio oral para dar una respuesta definitiva a la familia de Abel Ortiz”, afirmó. Rivadera critica los reiterados planteos de las defensas, que han dilatado el proceso, y defiende el derecho de las víctimas a tener una respuesta en un plazo razonable.
“La familia busca llegar al juicio para que todas estas cuestiones se ventilen y se escuche finalmente la respuesta de la Justicia”, destacó. Y concluyó con una esperanza latente: “Tal vez, si se corrobora la responsabilidad de estas personas como integrantes de una asociación criminal, nazca una esperanza de conocer qué pasó con Abel Ortiz”.
El juicio, aún sin fecha
El Tribunal debe aún fijar la fecha del juicio oral, tras la revisión de las pruebas ofrecidas. Las defensas de los acusados han presentado múltiples objeciones, alegando que “no hay relación” entre las pruebas y la desaparición de Ortiz. Mientras tanto, la familia de Ortiz y la sociedad sanluiseña esperan una instancia de justicia que aclare este misterio de una década.