Una organización criminal vendía hasta 6 kilos semanales de cocaína en Villa Mercedes. Fue desarticulada por la Justicia Federal.
Una organización criminal que operaba desde hace años en Villa Mercedes fue finalmente desmantelada tras una investigación de seis meses. El cabecilla, Diego “El Gaucho” Funes, mantenía una estructura de venta de cocaína junto a su esposa, su suegra, sus cuñados, su hermano y varios allegados. La red llegó a distribuir entre cinco y seis kilos semanales de droga en distintos barrios de la ciudad, con conexiones directas con la banda de Juan Carlos Insúa, el sindicalista de la carne acusado de ingresar el estupefaciente a la provincia.
Funes ejercía el mando absoluto de la organización. Controlaba barrios como Eva Perón I y II con una red de distribuidores y “soldaditos”. Vivía con lujos: tenía cuatro camionetas 4×4, una quinta junto al Hipódromo con dos piletas, caballos de carrera, una obra en construcción y otra propiedad en calle Montevideo donde fue detenido, vestido con bombachas y alpargatas.
Según la Fiscalía Federal, Funes concentraba las comunicaciones con los proveedores —Insúa, su socio Raúl Ramayo y otros contactos— y ordenaba las transacciones. Todo el negocio estaba en manos de su círculo íntimo. Su esposa, Katherina Villega, manejaba el dinero. Su suegra, Rosana Oga, administraba “La quinta de las palmeras”, uno de los principales centros logísticos de la droga.
Las hermanas de Villega también tenían roles clave: Romina Villega coordinaba la distribución y regulaba el ritmo de ventas. Su pareja, Reinaldo Leguizamón, participaba como vendedor. Abigail Villega manejaba “La casa quemada”, el punto de expendio más importante, junto a su pareja Mateo Lescano.
Richar Villega, otro hermano, y su pareja Paola Alzaga formaban otro dúo de comercialización. Ángel Funes, hermano del líder, también distribuía droga con su pareja, María del Carmen Olariaga, quien estuvo prófuga hasta ser detenida y recibió arresto domiciliario por estar en período de lactancia con un hijo de un año.
Rafael Fernández, pareja de Oga, estaba directamente involucrado en la venta. Se lo identificó en múltiples comunicaciones. Vivía con ella en “La quinta de las palmeras”. Finalmente, Alan Leonel Fernández, sin vínculos familiares, era parte de la tercera línea y también quedó detenido.
En total, diez personas fueron arrestadas. Esta semana se espera el procesamiento con prisión preventiva para todos, y el futuro judicial de los implicados parece sellado. La acusación incluye comercialización agravada de estupefacientes en banda organizada, un delito que prevé penas muy severas.
